Cuento: "Algo espantoso"
Waldemar aprovechó el final de un cuento, y mirando a todos empezó a narrar lo siguiente:
“¿Ustedes creen que necesitan ver algo realmente espantoso para asustarse?Les aseguro que no es así, porque un objeto tomado por simpático en una situación cotidiana, puede volverse aterrador en otras condiciones.
Sucedió cuando estuve en la escuela militar. Estábamos enmedio de un entrenamiento de supervivencia. Andábamos en un bosque que parecía interminable. Integraba un grupo de cinco. Todos sabíamos orientarnos, pero eso no evitó que nos confundiéramos, y nossorprendió la noche en medio de una fronda espesa. Decidimos acampar pero no hallábamos un lugar propicio.
Marchábamos juntos, apuntando nuestras linternas aquí y allá, enfocando enramadas, troncos,matorrales... Cuando iluminé una cara pequeña que me miraba mi corazón bombeó fuerte, y la impresión no disminuyó al darme cuenta que se trataba de una muñeca. En un lugar así no te sorprende (aunquepuede sobresaltarte) ver a un animal escapando, ni es raro escuchar un aleteo repentino y seco que se eleva hacia la oscuridad de pronto; pero enfocar a una muñeca de golpe es bastante feo, y unodemora en entender, porque no es algo que se espere en un lugar así. Cuando les dije a mis compañeros todos sumaron sus aces de luz, y los ojos de la muñeca brillaron. Se encontraba sentada en una rama,como a tres metros de altura, y estaba ubicada de tal manera que parecía mirarnos desde allí.
- ¿Quién habrá puesto esa cosa ahí? -preguntó uno de mis compañeros.
- Quién dice que la pusieron...
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