Cuento Corto

Nero


Era un tipo viejo, sin preocupación alguna ya que al comenzar el año optó por terminar su vida laboral como educador. Al decidir esto, se mudó con su esposa, también con avanzada edad, auna granja en una zona apartada de cualquier pueblo o ciudad, en donde solo se escuchaba el silbido del viento y el movimiento de las hojas. El viejo decidió dedicarle su vida al campo junto con sumujer ya que la vida de su hija, llamada Nasla, estaba hecha.
Era una noche fría y silenciosa, era el primer día del mes de Octubre. El viejo, como de costumbre, salió al jardín de su casa a tomar unataza de café. La casa estaba rodeada de grandes pinos que cubrían y daban la sensación de estar en un lugar alejado de la tierra. Esa noche el viejo estaba muy inquieto y alterado, miraba de un lado aotro sin cesar. De repente el viento dejó de soplar. La noche se hizo mucho más silenciosa de lo que estaba. El cielo encapotado. De repente, se escuchó a lejos un grito. Este no era un grito normal,no era un grito de susto, de sorpresa, era un grito de lamento que se combinaba con carcajada. La pareja de ancianos al ver esa imagen se quedaron atónitos. Era un hombre que tenía la mirada baja, laalzó y sonriendo entregó a un niño que llevaba con él. Era de piel albina y ojos verdes. Cuando los dos abuelos pudieron reaccionar, el hombre se había escabullido entre los arboles lanzandorisotadas. El viejo se acercó hacia el pequeño, y al preguntarle su nombre no dijo nada. Vestía con unos harapos viejos que soltaban un olor nauseabundo. Los viejos se hicieron cargo de él, lavándolo,vistiéndolo y dándole de comer. Pero lo que preocupaba al viejo era la actitud del niño que desde ese día no había hablado, ni había hecho siquiera una seña. Esto se fue repitiendo día a día, que pasó a sermes a mes. No entendían el porqué de la situación. Repentinamente, un día de tormenta, el pequeño, en hora de almuerzo, se levantó de la mesa y miró a la anciana con una mirada penetrante, la señaló...