cuento de fin de marzo
Estepersonaje, el cuál no quiere dar su nombre porque no le gusta vanagloriarse, que no acepta otra cosa que no sea un gracias, algo testarudo pero con las ganas sinceras de que no sólo él pueda tener unavida sin preocupaciones, sin deudas ni peligros, no desperdicia ningún momento para recordarles a cada uno, desde los más pequeños, hasta los que tienen una vida entera de experiencias, que las cosasno se ganan fácil, que todo lo que vale la pena cuesta pero que eso no debe desmotivarlos sino darles las herramientas para que pasito a pasito se deje atrás la envidia, porque si hay algo cierto esque en este país más gente muere de envidia que de cáncer.
Una de esas tardes, donde el trabajo finalmente queda de lado y esos líos de economía y política parecen abandonarse junto a un abrigoviejo, pero lleno de vivencias, nuestro personaje oye en una conversación entre cervezas de la mesa de al lado, que ese anhelado acueducto del pueblito no iba a funcionar porque sin alguien que sepa comoinstalar los lavamanos, el dinero y el tiempo estaban perdidos.
Pero un momento, dice uno de aquellos borrachines, en este pueblo vive un supuesto político con ínfulas de mecenas que no para dehablar de buena voluntad y esas estupideces, podemos hablar con los más pobres de este pedazo de tierra, para que con ese mismo discursito cursi que usa los podamos poner a trabajar sin pagarle uncentavo a nadie, imagínese, cuando armemos ese acueducto chimbo, podemos sacarle la platica a ese gil y de paso enseñarles a estos campeches que su palabra y decencia no sirven de nada en este mundo de...
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