Cuento De La Fórmula Del Dr. Marsillach

Szendro Marsillach, de origen húngaro, nacionalizado mexicano, había estudiado la carrera de químico-biólogo en la Universidad de Budapest y ostentaba una maestría, además de infinidad de reconocimientos a nivel internacional otorgados por diversos gobiernos europeos, por lo que gozaba de un sólido prestigio ganado a pulso por sus brillantes investigaciones, muchas de las cuales se publicaron enafamadas revistas científicas rusas y checoslovacas, aparte de haber recibido condecoraciones de primer grado en su ciudad natal.
Por azares del destino llegó a México siendo aún muy joven, casándose con una astrónoma mexicana, Romina Calatrava, mujer inteligente y estudiosa con la que formó una pareja ideal. Procrearon a un varón, al que bautizaron con el nombre de Yasenko, que aspiraba a sermatemático cuando cursara estudios superiores. Aún tenía 14 años, pero ya descollaba como un aventajado pupilo del gran Pitágoras, el maestro de los números y los teoremas aritméticos, siendo que apenas cursaba la secundaria.
La vida les sonreía como familia ejemplar… hasta el día en que sucedió un accidente que cambió para siempre el rumbo de la vida de los tres y truncó el porvenir encumbrado queles reservaba. Fue una fatalidad, un torpe error, una debilidad humana que dio al traste con la felicidad que reinaba en el hogar de los Marsillach, admirados por propios y extraños y respetados dentro de la selecta comunidad científica internacional a la que pertenecían. El triste acontecimiento que acaparó las columnas de los principales periódicos del mundo, todavía hoy, años después, no tieneuna explicación convincente.
En esos años, Szendro Marsillach estaba entregado de lleno a la investigación acuciosa de una nueva sustancia, descubierta por él en su laboratorio privado, capaz de provocar, con el uso de los rayos X, también conocidos en el argot científico especializado como “Rayos de Rontgen”, que un objeto sólido, cualquiera que éste sea, logre transparentarse en el interiordel cuerpo humano a tal grado, que hasta el más ínfimo detalle se observe a simple vista a través de las placas de impresión fotográfica que emanan de esa proyección.
Algo aparentemente complicado, pero que para el Dr. Marsillach resultaba sencillo. En sus meticulosos apuntes de observación que registraba en una libreta y luego almacenaba en su ordenador o computadora particular, explicaba: “Losrayos luminosos de Rontgen, no perceptibles a simple vista, bajo la acción de una corriente eléctrica de alto voltaje, permite que la sustancia rhz –como él la definía, en clave- haga invisible el cuerpo humano sin excepción, a diferencia del método tradicional, sin embargo deja ver los objetos extraños que se alojan en él. Con esto se logra transparentar al 100% del objeto, por contraste, de talmanera que el cuerpo no se vea en las placas fotográficas, salvo aquellos elementos extraños que por ser ajenos evidencian, porque los detecta claramente.”
Estaba a punto de descubrir la sustancia que podría identificar cualquier objeto hostil, por contraste, alojado en el cuerpo humano, por más microscópico que fuese, lo que revolucionaría la medicina y, en especial, la radiología en el campomédico. Su hallazgo, producto de fórmulas bioquímicas que por años había elaborado, estaba todavía en etapa de experimentación, pero avanzada.
Sin embargo, guardaba celosamente su investigación y evitaba hacerla pública en tanto no estuviese ampliamente probada su eficacia. De conseguirlo, sería una herramienta invaluable para detectar todo aquello que se introdujera fortuitamente en el cuerpohumano y que podría dañarlo. Las placas tomadas a través de los rayos X, apoyadas con esa novedosa sustancia ingerida por el paciente, ignorarían totalmente al organismo y sólo dejarían ver el objeto que le era extraño; lo demás desaparecería a la vista del ojo humano.
En una ocasión fue entrevistado para los medios televisivos del país que se interesaban en su trabajo y el periodista, micrófono en...