Cuento: el misterio del castillo en ruinas

El Misterio del Castillo en Ruinas

Mi amiga Ana y yo nos conocemos desde preescolar, hemos tomado todas las clases juntas desde los comienzos de la escuela. Al terminar el periodo escolar, su tia Clara nos invitó a pasar unas vacaciones con ella en un pueblecito en el norte de Inglaterra. A Ana y a mi nos emocionó mucho la idea y nuestros padres nos permitieron viajar juntas ypasar el periodo de vacaciones de verano en su pintoresca casa.

Con mucha emoción preparamos nuestras maletas y comenzamos un viaje a una aventura que marcó nuestra adolescencia por siempre. Antes de este viaje, ni Ana ni yo creíamos en personajes mágicos y pensábamos que estos eran producto de los cuentos de niños.

Llegó el gran día y nuestra aventura comenzó. La tíaClara nos recibió en el aeropuerto, era una señora de edad avanzada de estatura promedio, cabellos blancos y enormes ojos azules. Su dulce voz se confundía con el viento y tenía un rico olor a florecillas frescas. Aunque su apariencia era amigable, gentil y dulce, tenía un aire un poco misterioso. De camino a la casa de la tía Clara podíamos observar inmensos campos cubiertos de flores y árbolesllenos de frutos. Los castillos y casas de la región nos dejaban maravilladas ante su formas inmensas y otras pequeñas pero pintorescas.

La casita de la tía Clara era pequeña, pero muy cómoda. Ana y yo nos ubicamos en el ático de la casa donde teníamos una vista a los campos cubiertos de flores y gigantescos árboles. También veíamos un viejo y abandonado castillo que estaba enruinas muy cerca de la casa de tía Clara. Antes de dormirnos miramos por la ventana que dejaba ver el claro del campo y nos dimos cuenta que el viejo y abandonado castillo tenia una luz que lo hacia resplandecer. A Ana y a mi nos pareció un poco extraño pero estábamos tan cansadas que no prestamos atención a eso. Esa noche Ana y yo dormimos profundamente ya que estábamos muy cansadas y emocionadaspor el viaje.

Al día siguiente, desayunamos con la tía Clara en el jardín. Ricos platos de panes, frutas, tocino, leche y jugos nos acompañaron esa mañana. Luego del desayuno, la tía Clara nos mostró los alrededores de la casa y nos presentó a Sir Arthur. Sir Arthur era un hombre de edad media, cuyo paso por la vida había dejado grandes huellas no solo en su cara y en su cabello, ya queno tenia, sino también en su peso, estaba muy delgado. Su voz era fuerte y estruendosa pero su carácter y humor eran únicos, de solamente hablar nos hacia reír hasta el cansancio. Esa mañana conocimos los caballos y animales caseros que tenia la tía Clara. No eran muchos, pero eran muy importantes y cada uno tenía su rol en la pintoresca casa. Los caballos nos paseaban y el viejo perro Chatanunciaba la llegada de la visita. El ganso blanco servia más de perro guardián que el mismo perro Chat, ya que la mayor parte del tiempo estaba durmiendo. El gato Louis, también dormía todo el día y solo se levantaba para comer y dar su vuelta por el jardín.

En la tarde, junto a la tía Clara y Sir Arthur, dimos un recorrido por el pueblecito, visitamos tienditas, el mercado y laiglesia. De regreso a la casa, Ana y yo miramos el castillo abandonado. Mas tarde cuando tomábamos el té y comíamos ricos pastelillitos, Ana le preguntó a la tía Clara por el castillo. La tía Clara saltó de su asiento tirando su taza de té y con voz nerviosa nos dijo:

-- ¡No quiero que se acerquen a ese castillo! Tiene piedras sueltas y pueden causarle daño. Prométanme que no se van aacercar al castillo.

Ana y yo nos asustamos ante la reacción de la tía Clara y le dijimos que no visitaríamos el castillo. Esa noche nos despedimos temprano y todos nos retiramos a dormir. Ana y yo teníamos curiosidad ante la reacción de la tía Clara. Más tarde en la noche, Ana me despertó porque sentía voces y cantos lejanos. Cuando me levante, pudimos observar a través de la ventana el...