Cuento Literario

Era una mañana lluviosa de octubre. No sé por qué pero decidí ir al café que se encuentra a dos cuadras de mi casa, nunca antes había ido ahí y nadie me lo ha recomendado hasta ahora, sin embargodesperté con ansias de ir.
El lugar me pareció bastante acogedor, me sentí cómoda estando ahí, así que me senté en una pequeña mesa junto a una gran ventana con cortinas color verde claro, casi tanclaro que podía ver la lluvia caer lentamente sobre todos los carros que pasaban en aquella calle; una joven interrumpió la vista ofreciéndome el menú, le dije que no haría falta, que sólo quería un cafésencillo.
Minutos después, luego de haber recorrido con la mirada cada detalle del lugar, regresó la joven, esta vez con una taza sobre un pequeño plato en sus manos… Estaba a punto de poner doscucharadas de azúcar en el café cuando él entró al lugar. Mis manos comenzaron a temblar y una sensación de enamoramiento inundó mi cuerpo. Es curioso, pasé el resto de mi día pensando en su rostro,mientras creo que él ni siquiera notó mi mirada.
Volví al día siguiente, seré honesta, no quería café. Quería verle de nuevo pues al despertar esa mañana no recordé su cara. Estaba segura de que si lovolvía a ver, de inmediato lo reconocería pero por alguna extraña razón, cuando deseaba revivirlo en mi memoria, no lo encontraba por ningún lado.
Llegué al café y realice exactamente lo mismo que eldía anterior. Como si hubiera decidido repetirlo, y así parecía pero algo hizo falta. Mi razón de volver ahí, él.
Perdí la cuenta de todos los días que repetí esa rutina, diría que cada día iba con másilusión de encontrarlo pero dentro de mí, ocurría todo lo contrario. Mi esperanza se estaba desvaneciendo poco a poco, tratando de llevarme a la amarga realidad donde, por supuesto, él no estaba.
Fueuna tarde de Febrero en la que salí a caminar, llevaba poco más de dos meses sin volver al café y realmente no tenía intención de ir. Así que me dirigí hacia un parque, supongo que hacía algo de...