Cuento A-6 De Rio Piedras a Carolina

 
 

A-6 de Río Piedras a Carolina… Por Salomé Sined ____________________________________ …es la guagua que todos esperamos de la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA) en el Terminal de Capetillo. Es la última que sale y pasa por todo Río Piedras; si no la coges, te quedas varado. Han transcurrido más de dos horas y todas las paradas del casco de Río Piedras están llenas. No pasa unsolo transporte

molestar. Huele a pacholí y a yerbabuena, alguien viene con un encargo desde una botánica. Se oye una letanía, la anciana, de las pocas que pudo sentarse, reza el rosario. Unos caminan de un lado a otro,

desesperados, molestos, ansiosos. Ya casi no pasan carros. Ni siquiera pasan

transeúntes para burlarse de ellos o solo para verlos. Yo desde donde estoy puedo ver la Torrede la Universidad de Puerto Rico, larga como la espera que nos tiene apresados. No hay nada que mirar para

público. El espacio para sentarse durante la espera está ocupado por los primeros que llegaron. Hay gente sentada a la orilla de la acera. Abrazados y besándose algunas

voltear el rostro. Malditos choferes, deben

estar hablando y bebiendo cerveza. Es que no trabajan. Por eso es que laAMA está en quiebra. Son ellos los que la tienen así. Claro, como ellos se van en su carro cuando terminan sus ocho horas de supuesto trabajo y que se chaven los que tenemos que esperarla. Yo llevo cuarenta y cinco minutos aquí, me duelen los pies,

parejas de novios se sostienen. Incontables los escolares con la mochila a la espalda. Y las señoras, figuran con los bolsos llenos de la compraque hicieron en la Plaza del Mercado. La tarde cae, pasadas las seis; y los dependientes vienen cansados con la lonchera del almuerzo vacía. El borrachito se tambalea, pero igual que todos, sin


 

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trabajo en una tienda de ropa en la avenida De Diego, parada todo el santo día. Yo, pana, deambulo a ver qué cae, y se me hace tarde pa’ ir al punto, ya tengo los chavo y to’, meestoy desesperando. Mis hijos están solos en casa esperándome, me separé de mi esposo hace tres meses, ahora tengo que trabajar y el canalla nos dejó sin carro. Estoy en

beben. ¡Ah! Y cuando vienen los obreros de construcción, la peste que tienen es monumental, aunque

vienen de trabajar el aroma no es muy bueno, los pobrecitos no tienen la culpa. Nadie quiere sentarse al

lado de ellos.Pues por eso yo espero la AMA, que aunque se tarda, tiene aire frío. Óyeme, pero hay guagüitas

probatoria con grillete, míralo, si no llego antes de las siete y llama la social y no estoy, me meten pa’ presidio otra vez. Es verdad que las guagüitas chiquitas avanzan, pero hace mucho calor ahí, y uno va incómodo. Yo no sé porqué insisten en meter a cuatro personas en cada butaca, si laspuertorriqueñas y las dominicanas bastante nalgas tenemos. Y qué me dice de los hombres, esas barrigas que tienen con las beers que se

chiquitas que tienen aire ahora. Sí, pero sigues igual de apretado. Uno se encuentra cada gente ahí. En ese espacio te respiran encima. ¿Qué tú me dices cuando están al lado tuyo y hablando por el dichoso celular? ¡Te quedas sordo! Uno se entera de

cuanto chisme delvecino, que si no pagó el agua, la luz, el teléfono, que le es infiel a la esposa. Suenan los teléfonos y enseguida los oyes decir: sí estoy llegando, voy por aquí o por allá, que si la quiere mucho. Y los


 

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chamacos con los iPod,

oyendo

no vale nada. trabajadora.

No respetan a la gente

música y aunque tienen el audífono, como uno está tan cerca tiene queescuchar el reggaetón del Tego y del Daddy Yankee. En el Terminal de Capetillo se oyen los gritos: ¡Se va la guagua! ¡Ahí viene el chofer! Ese no es. Todo el mundo se va corriendo a la entrada de una de las tantas estacionadas, haciendo ruido y botando gases. Se empujan. “¡Cuidado con la

“¡Ésa es, ésa es!”

Todos salen

corriendo por segunda ocasión. Sí lo es, la A-6 que sale del corral de Río...