Cuento

Mi primer amor
Me hallaba de pie en la sombra que proporcionaba un viejo árbol a las afueras del colegio, en un intento de mejorar mi estado de ánimo antes de llegar a casa. La corta estancia en este lugar no ha sido muy agradable, es mi tercer día de clases, no han sido muy amables por aquí.

Empecé a caminar hacia mi casa, no deseaba cruzar la mirada con nadie, tenía los ojos llenosde lágrimas clavados en el asfalto y caminaba a pasos cortos cuando sentí un ligero toque en mi espalda, mi primer pensamiento fue correr huyendo del extraño, pero en vez de eso volteé, y lo miré por primera vez. Delante de mí había un chico alto y delgado, tenía un cabello castaño que brillaba con el sol, sus ojos estaban entre abiertos a causa de la luz, pero se podía notar el color del iris,ocre, extraño, más oscuro que un caramelo pero con un matiz dorado.
-Hola, me llamo Alexis, tú debes ser Victoria.- Dijo el extraño. -¿Cómo sabes mi nombre?- Tartamudeé Se río de forma suave y encantadora.-Creo que todo el mundo sabe tu nombre, eres la chica nueva. Esbocé una media sonrisa. -Esa soy yo. ¿Te puedo ayudar en algo? Su sonrisa sedesvaneció. -Quería preguntarte que si tal vez tú quisieras que te acompañara hasta tu casa.- Dijo con voz entrecortada. -Está bien, no hay problema.Le sonreí.

Caminamos tranquilamente hasta mi casa bajo los fuertes rayos del sol, platicando el porqué me mudé a esta ciudad, mi familia, mis costumbres, mi música y colores favoritos, entre otros gustos. Seguimos esa rutina durante tres semanas, salíamos del colegio y nos íbamos juntos caminando tranquilamente hacia mi casa.

Era viernes, último día de clases, me había acompañado ami casa como los últimos días, solo que esta vez al final añadió:
-¿Te gustaría salir conmigo mañana? Levantó las cejas de manera seductora. Solté una carcajada. -¡Claro! ¿Pero a donde?-Estaba pensando en la feria ¿Qué te parece? -Me gustaría mucho, nunca he ido a una. -Está bien ¿Quieres que pase por ti? -No, gracias, mejor te veo allá.-Bueno, te veo a las 6, hasta mañana Vicky. Me dio un beso en la mejilla.

Aún estaba ruborizada por el beso cuando entré a casa, mis padres como siempre estaban trabajando, eran dentistas, pasaba la mayor parte del tiempo sola. Llegó la noche, me preparépara dormir pensando en el, Alexis, un chico guapo de 18 años, la verdad es que nunca había querido a alguien de la misma forma que lo quiero a él. El mínimo gesto hacia mí hace que mi corazón vaya a mil latidos por segundo, aquel que hace que me ruborice con tan solo verlo, aquel que llena de alegría mis días más nublados.

Me despertó el suave canto de un pajarillo en mi ventana, combinado...