cuento

Lucha contra la muerte
Todo empezó como un día cualquiera y mi mama (Esperanza) como siempre repitiéndome lo que debía de hacer para mi bien, y yo como siempre dándole la vuelta. Lo que yo quería en realidad era estar con mis amigos, irnos de fiesta, y seguirle al otro día. Ella me decía que si me seguía juntando con mis amistades no me dejarían nada bueno. Ella tenía pensado en que yo terminarala prepa y empezara una carrera para que luego ella me viera como todo un hombre de negocios. Pero esos no eran mis planes aun.
Y a mí papa, el falleció cuando apenas tenía cuatro años de edad.
En fin pasaron dos días desde aquella última discusión con mi mama y yo sin mis luces al no querer llegar a mi casa, así es, soy un muchacho en pocas palabras a quien le gusta divertirse y quien disfrutala vida al máximo con sus amigos. La escuela (en realidad yo pienso que es una pérdida de tiempo para muchas personas que se parecen a mí). Si se preguntan mi nombre, yo me llamo Joaquín y tengo 18 años, estoy en quinto semestre de prepa y solo recuerdo que un viernes al salir de la escuela, que decidí ir a ingerir unas cuantas sustancias para relajarme un poquito e ir de paso a una fiesta que meinvito mi amigo Juan en su carro del año. Ese mismo día su carro parecía radiante con sus llantas, el estilo por dentro muy original y unas bocinas que solo él podía traer en sus asientos traseros, y se me hizo muy fácil subirme y que todas las muchachas nos vieran llegando en él.
Antes de decidir ir a la fiesta juan nos dijo que si queríamos ir a ver como corría su carro cerca de alguna calleque él conocía muy bien, yo y otros dos amigos aceptamos ir.
A donde nos llevó juan era definitivamente bajadas y unas curvas sumamente angostas, pero a nosotros ni siquiera nos importó, al contrario nosotros junto con juan íbamos bebiendo, y jugando como niños de cinco años, no estuvo de más probar algo nuevo, y se nos hizo fácil que pisara a fondo, no me cuesta trabajo admitir pero se llegó asentir una gran adrenalina en el carro por la velocidad que llevábamos en ese momento.
Mientras tanto Juan venia repitiendo esto muchas veces:
̶ Nombre, amigo, si me viera mi novia… ¡Esa tonta no sabe nada!
En ese mismo instante recuerdo haber visto unas luces que venían de subida, y del lado contrario en donde íbamos nosotros pero en la misma curva. Después de un rato ya no me pareció graciosoque ya no bajara la velocidad.
De repente le empecé a gritar a Juan que bajara la velocidad porque había un carro que venía acercándose hacia nosotros muy rápidamente, mis gritos y sus gritos fueron más o menos parecidos a estos:
̅ ¡Cuidado!, ¡no rebases en esa curva!
̶ ¿Cuál curva?
̶ ¡Esa Juan!
Al tiempo que me decía todo eso, yo me iba pasando un cigarro de marihuana, y entre tantapalabrería y desesperación, al rebasar, obviamente, nos vimos en el otro carro. Todo lo que sucedió paso de una manera demasiada rápida, pero poco a un poco logre ver como mis otros dos amigos salieron volando por el parabrisas, por no traer puestos los cinturones, cuando mis amigos se estamparon con el otro carro, yo recuerdo haber escuchado unos gritos de una señora desesperada. Desperté a unas cuantashoras en el hospital y lo primero que vi al abrir mis ojos fue una hermosa doctora, pero, llena de sangre en las manos y con demasiado algodón a lado de ella. Empecé a preocuparme ya que pude prestar mucha más atención a lo que estaba haciendo en ese preciso momento, entonces deduje que si su trabajo era curar y asistir a accidentados, y si estaba frente a mis ojos, limpiando sangre, entonces yo… Yodebía de ser… ¡Dios mío! ¡Yo era el enfermo al que estaban atendiendo! Y era a mí a quien le estaban limpiando la cara. En medio de tanta confusión, y todavía sin poder aclarar por completo mi mente, recostado en una camilla todo golpeado y adolorido, la sangre corriendo por toda mi cara, comencé a ver las cosas con más claridad y preguntándome una y otra vez ¿Y mi madre?, ¿en dónde está?,...