cuento

LA CONCIENCIA MORAL PRIMITIVA.
P. Osterrieth
Antes de esta etapa el niño se conformaba sus padres, indudablemente por imitación. Pero bastaba que la madre se hallara ausente o que el niño saliera del marco regular del que ella formaba parte, para que sugirieran inmediatamente las perturbaciones; los accidentes.
Luego con ayuda de la representación, el niño es capaz de prever algunosinconvenientes incluso de conjurarlos, se producen determinadas interiorizaciones con el fin de poner a salvo la seguridad. La observación muestra claramente que los órganos de control del comportamiento y de adaptación a las restricciones comienzan a construirse bastante antes de la fase edipiana.
Teniendo en si a su padre y a su madre, el niño experimentara menos necesidad de su presencia efectiva paracomportarse convenientemente y para salvaguardar así su seguridad. Se constituye entonces su conciencia moral, de la cual el oye la voz que no es otra que la de sus padres. Esa conciencia heredera de estos, es en lo sucesivo fuente de amenazas o de aseguramiento: estar a bien con ella equivale a ser requerido por sus padres; rechazar sus advertencias reaviva la antigua amenaza de que le searetirado su cariño.
Esa importante adquisición es muy valiosa, ya que permite al niño acomodarse a las exigencias del ambiente social: constituye el fundamento de su moralidad futura. Sin embargo limitado a este aspecto positivo el cuadro seria completamente inexacto. Por lo que el niño interioriza no puede ser una imagen objetiva de sus padres y de sus razonables exigencias, si interioriza y hacesuyas sus exigencias, será tal como el las comprende.
Los padres solo pueden ser apreciados a través del prisma deformador del adualismo y del egocentrismo: son interiorizados como omnipotentes, como perfectos, como aseguradores, fuente de todo bien y de toda valoración: pero al mismo tiempo como frustradores y agresivos.
Esta conciencia moral naciente está llena de adherencias infantiles tanirrazonadas como incontrolables, entre las que figura en primer término, el principio del talion.
Por ello ese súper yo aparece como un órgano de represión de las de las veleidades instintivas y sensuales capaz de llevar al niño a comportamientos propiciatorios y auto punitivos por la menor causa en la ansiedad ante un mínimo resurgimiento de alguna emoción sensual. Así es comprensible ver, aveces que un niño se autocastigue o se prive de goces legítimos.
Muchos adultos hacen lo mismo tanto en los estudios como en la vida profesional o sentimental; esto equivale a decir cuánto necesita el niño, de esta edad, un control adulto, que le libre de una inculpación interior demasiado violenta. Esa conciencia primitiva de la que algunos hacen, un ideal infantil debe ser superada, el niño ha deser liberado de la, voz de su conciencia infantil.
Es posible que esta sea una de las tareas esenciales para con al adolecente: la de sustituirla por una verdadera conciencia moral controlada por la razón y basada en un sistema de valores, personal y colectivo a la vez.









LA SOCIALIZACION POR LOS IGUALES.
P. Osterrieth
Esta envidia fraterna, de la que se ha dicho que es elprototipo de todos los sentimientos entre iguales, la encontramos en la rivalidad que aparece en las relaciones que el niño inicia con sus coetaceos.
De todos modos, en el cuadro de estas experiencias sociales, el niño va a estar confrontado con la realidad de la existencia del otro.
La primera etapa es aquella de la actividad esencialmente solitaria: ya hemos visto como él bebe no prestaba casiatención a sus iguales y se inclinaba a tratarlos como objetos, sus relaciones sociales con ellos solían limitarse a esfuerzos de apropiación de un objeto cualquier codiciado, o a los juegos alternativos a los cuales hicimos alusión. La cuarta etapa está caracterizada por la organización de la actividad colectiva situada 6-7 años. Hablaremos de esto en los capítulos siguientes.
Esta evolución...