Cuento

MI BLACK BERRY

La sala de velación de aquella pequeña ciudad, estaba pletórica; una señora, con voz muy aguda, que retumbaba en el reducido cuarto, rezaba de manera ceremoniosa, el Santo Rosario. Le imponía una entonación muy especial, de tal manera que hacía vivir y sentir el momento a los asistentes, que como siempre, en la mayoría eran mujeres.
Afuera, se encontraban los pequeñosgrupos de amigos del difunto, quienes comentaban.
-Ahora sí creo que se nos fue “Toño”.
-Lo mismo pienso, con esta es la tercera vez que le da su ataque cataléptico y como dicen por ahí, la tercera es la vencida.
-Lástima era un buen chico y un magnífico amigo, en la oficina, todos lo apreciábamos.
-Yo en lo particular, cuando necesitaba de él, no dudaba en ayudarme, sobre todo con algunos datosque necesitaba. Los sacaba de su celular, siempre lo portaba en su mano, eran inseparables.
-Sí, amaba su Black Berry, no lo dejaba nunca, lo conocía tan bien, que no necesitaba verlo para manejarlo. Ahí guardaba toda su información.
-No solo su información –respondió uno de ellos- guardaba muchas cosas más, recuerdo que en cierta ocasión, se extraviaron unos datos de mi computadora, acudí a ély, para variar, de su celular me dictó toda la información que necesitaba.
-Era un “buenazo”, no hay persona en la oficina que no guarde un buen recuerdo de él. –Opinó otro.
En otro grupo de personas, también se hacían comentarios.
-Siento mucho la muerte de “Toño”, pero más lo siento por doña Tomasa, su madre.
-Claro, ¡lo quería mucho, era su único hijo!; la pobre se queda sola, ya ven, supadre, apenas supo de la enfermedad de su hijo, el muy ingrato los abandonó.
-Si se dan cuenta, no se ha despegado de su hijo desde hace dos días de velación. Ya mañana descansará, aunque sea físicamente, ya que sentimentalmente, no creo.
-Eso pienso, ya ven a doña Sirenia, no se ha repuesto de la muerte de su hijo Francisco. Dicen que esa situación nunca se supera.
Los rezos seguían en lasala, ahí junto a doña Tomasa, se encontraban, Javier y Luis, los mejores amigos de “Toño”. Siempre andaban juntos, jamás se supo de algún disgusto entre ellos.
Ellos, sabían de los ataques que sufría su amigo, así que procuraban acudir a lugares que no lo afectara. Asistían a eventos propios de jóvenes, se divertían, pero nunca se excedían. En verdad que eran amigos muy conscientes.
Terminó elRosario y aprovecharon Luis y Javier, para consolar a doña Tomasa.
-Hay que tomarlo con calma, señora, nosotros también estamos sufriendo la pérdida de nuestro mejor amigo.
-Se los agradezco mucho, hijos, pero para mí, es insuperable esta pérdida, nunca lo voy a reponer, era mi único hijo, mi apoyo. No sé qué voy a hacer sin él.
-Ya veremos, señora, no creo que la Compañía la desampare, la últimavez que tuvo su ataque, el jefe dijo que tenía una pensión para usted.
En eso estaban cuando llegó América, novia de “Toño”. Ella trabajaba en otra ciudad, por cierto muy distante. Su exceso de labores, solamente le permitía viajar los fines de semana y en ocasiones, cuando tenía mucho trabajo, cada quince días. Inmediatamente buscó a la mamá de “Toño, la saludo y le inquirió.
-Hola doñaTomasa, ¿Cómo está usted?, ¿cómo sucedió? Apenas me enteré, vine enseguida, en el primer camión que hubo disponible.
-Mira hija, el martes, muy temprano, como siempre, le preparé su desayuno, pero como no salía de su cuarto, decidí entrar a verlo. La sorpresa fue, que lo encontré muy inmóvil, quietecito. Le hablé más fuerte y no me respondió. Fue cuando decidí llamar al doctor, él me dijo luego deexaminarlo.
-Señora, le dio un ataque cataléptico a su hijo y usted sabe que en estos casos, es solo esperar.
-Cuanto doctor.
-Lo reglamentario, tres días como máximo.
-Pero no pasaron los tres días, al segundo me informó que ya había muerto. Pronosticó que de un infarto, pues ya no le latía el corazón y sus signos vitales ya habían desaparecido. Sin embargo, me permitieron velarlo tres días...