Cuento
En los asientos de adelante estaban Liamy Brenda. Me sentía feliz por ellos, parecía que iban a comenzar algo. Tal vez, en mi interior, sentía algo por Liam. Pero ver su cara de felicidad, el brillo de sus ojos… hace que me dé cuenta quelo que en verdad quiero es verlo feliz.
No tenía idea de donde estaba Niall, seguramente en otro vagón. Apoyé mi cabeza en el vidrio mientras cerraba los ojos.
Y de pronto, no estaba aquí. Noestaba en ningún lado. No entendía lo que estaba pasando. Pero todo era blanco y… pacífico.
Pero el instante de inconciencia no duró mucho. Sentí mi cuerpo volar y doler. Me dolía cada punto de micuerpo, con un ardor insoportable. Y no podía abrir los ojos, ni moverme. Lo intentaba, pero era débil hasta psicológicamente.
Con mucho costo los abrí. Estaba acostada en el asiento.
Y oía el zumbidoterrorífico de las llamas.
—¡Brenda! ¡Liam! ¡Niall! –grité con no sé cuáles fuerzas a mi alrededor, pero no parecía ser escuchada. A excepción del chasquido de las llamas, todo era un silenciopetrificante.
De pronto, comprendí. El tren estaba en posición vertical. Se había caído, o lo que fuese. Y por el ligero movimiento hacia abajo que sentía… tenía que salir de aquí si no quería caer en unabismo.
Incliné mi cabeza para mirar y, en efecto, nuestro vagón colgaba del precipicio.
No podía creerlo. Pero tenía que moverme de aquí, ahora.
-¡Zoe! –gritaron. Miré hacia arriba, donde proveníala voz femenina. Unos asientos más arriba estaba Brenda, se veía demacrada. Su cara y abdomen sangraban. Me extendió una mano llena de sangre y con cuidado de no resbalar la tomé. A como pudo,...
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