cuento

EL CÓNDOR
En una de mis tantas huídas profesionales y siempre exitosas, logre salir de Bogotá y llegar hasta Arequipa aunque sin dinero, por lo cual, después de deambular por las calles del centroy al caer la noche, hallé refugio para dormir en las sillas ubicadas al frente de farmacia y a la vez a lado del consultorio de Otorrino del Hospital Metropolitano en la Avenida Ayacucho. A pesar dehaber vivido toda mi infancia y parte de mi adolescencia en esa ciudad, hasta antes de perder mi dignidad; yo sentía que esa noche era extraña, como si el destino hubiera dispuesto la ausencia degente en el lugar y el silencio absoluto que nunca antes había percibido, tan solo por mi.
Cerré mis ojos para que el sopor haga su tarea, pero inesperadamente el golpe de un objeto contra los vidriosde la ventana que tenía detrás mío provocó un sonido seco; es así que me levante, y estupefacto, puede ver del otro lado a un sujeto de rodillas con la mirada perdida supuestamente hacia mi. Esperédurante algunos segundos algún movimiento suyo, pero fui yo quien levantó un poco la mirada y tomé cuenta que en los vidrios de en frente, que eran espejos externos al igual que el que tenía en midelante, comenzó a desarrollarse una escena, a su vez proyectada por los ojos de dicho sujeto.
Un cóndor, mucho más grande que el tamaño alcanzado en su especie, con sus enormes garras alzaba a un jovendormido a los pies de La Cruz del Cóndor en el Valle del Colca, y se lo llevaba hasta una cabaña escondida, iluminada por una pequeña lámpara, en las profundidades del cañón. Dentro de ella, el joven,aparentemente despierto, cogía una pesada piedra entre sus manos y con ella le daba un golpe mortal en la cabeza a otro hombre, que con cadenas en los tobillos, no hacía el más mínimo esfuerzo endefenderse, cayendo luego al suelo y convulsionando por algunos minutos hasta quedar muerto. Pero de repente el cadáver comenzaba a levantarse con el cuerpo cansado, el rostro de sufrimiento pero a la...