Cuentos Para Niños. (Ecológico)

Este es una historia de una correa de pulsera de un reloj. Tiene varias trayectorias hasta un final siempre alentador en donde prima el reciclaje.
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Cuento didáctico para niños.
























Memorias de una correa.

Soy una hermosa correa que tengo como misión mantener un reloj pulsera en la muñeca de mi dueño.
Para llegar a este estadohe tenido que pasar por tantas situaciones que nadie puede imaginar.
Mis recuerdos comienzan cuando yo era parte de un hermoso Ternerito recién nacido y mi madre vaca me lamía tiernamente para que se alejaran los mosquitos y mi piel tomara los colores que yo heredaría de mi padre, un desconocido toro semental de la propiedad.
Mi infancia fue triste porque a mi madre llamada Maravilla laapartaban de mi lado junto a otras vacas para encerrarlas toda la noche sin nuestra hambrienta compañía y a la mañana siguiente le colocaban unas mangueras en las tetillas para extraerle la leche, la cual se convertía en queso con unos ácidos y sal, y que luego se vendían en el pueblo.
Triste fue mi infancia, porque cuando ya crecí me marcaron con unos hierros calientes y me apartaron para siempre demi adorada madre vaca. Luego a ella la vendieron porque engordó demasiado y pasó a llamarse algo así como chuleta o filete, su piel pasó a convertirse en lazo, y en realidad no supe más de ella.
Mi triste vida continuó solitaria y con algunos amigos que pasamos a llamarnos Novillos, todos éramos de casi la misma edad pero siempre éramos muy mirados por los patrones del fundo en la temporada deRodeos. A algunos se los llevaban y días después aparecían todos quebrados o muy machucados lo que hacía su convalecencia algo lenta.
Mi nombre era Lucero, por una mancha blanca en el medio de mi frente que me hacía ser distinto a los demás.
Los otros compañeros de mi vida eran mucho mas viejos que nos aconsejaban que no fuéramos muy glotones para la comida, porque así nos llevarían al Mataderoellos siempre eran menos, porque los llevaban a los asados, a los casamientos, a las despedidas de Año, y lo extraño era que ninguno volvía para contar como le había ido.
Hasta ese momento yo era un novillo, pero de pronto me llamaron Torito. Mi trabajo era enamorar a las terneritas mayores y después de ello tenía que cubrirlas.
Así pasó bastante tiempo y empecé a cansarme con tantoejercicio, cosa que notó el capataz. Pronto llegó el Veterinario y con una operación hecha muy profesionalmente me convirtió en un hermoso y robusto Buey.
Era lindo andar por los campos tirando una carreta o un arado, se me llamaba por mi nombre para que me apurara y a veces me colocaban un compañero para alivianar la carga. Lo que más me molestaba era el pesado yugo que llevaba amarrado en los cachos ylo tenía que compartir con mi compañero de infortunio.
Pasaron los años y empecé a ponerme viejo, me dolían mucho los huesos y los dientes se me iban cayendo de a poco, cosa que le preocupó al Capataz que luego de discutir por el precio con un comerciante, me vendió para el Martillo.
Un día me llevaron en una carreta, me trasladaron a un camión y me transportaron a pasear a la Gran Ciudad. Eldestino final fue el Matadero.
Después de asearme y ser revisado por el Veterinario se me condujo con un timbre azul en mi costado hasta el interior de un pasillo y casi sin dolor se me quitó la vida terrenal, mi carne la vendieron como carne de Vaca pero mi cuero lo enviaron a una curtiduría, en donde me echaron ácidos y otras cosas químicas que me convirtieron en un cuero curtido muycotizado.
Un zapatero me compró y, haciendo varios cortes muy bien precisos me fue convirtiendo en un hermoso par de Zapatos; luego me tiñeron de un color café y fui exhibido en una vitrina por muy poco tiempo porque pronto llegó un señor que después de probarme con sus hediondos pies, me llevó a su casa para guardarme en una zapatera.
Mi dueño me llevó varias veces a bailar, pero parece que no...