Cuentos

Páginas: 56 (13836 palabras) Publicado: 14 de septiembre de 2011
Almas en pena.
Restless sours, Seabury Quinn (1889-1969)

-¡Diez mil diablillos verdes! ¡Vaya noche, vaya noche tan odiosa!
Jules de Grandin se detuvo bajo la entrada para vehículos del teatro y observó las cortinas de lluvia que caían del cielo con un feroz fruncimiento de ceño.
-Bueno, el verano está muerto y el invierno aún no ha llegado -le recordé intentando calmarle-. Estamos enoctubre, y es lógico que tengamos algo de lluvia. El equinoccio de otoño...
-¡Espero que los demonios más selectos de Satanás se larguen volando con el equinoccio de otoño! -Me interrumpió el pequeño francés-. Morbleu, sólo Dios sabe cuánto tiempo llevo sin ver el sol. ¡Además, me encuentro abominablemente hambriento!
-Eso es algo que sí podemos remediar -prometí, apartándole del refugio ofrecido porla cornisa y llevándole hacia mi coche-. ¿Y si nos pasamos por el Café Bacchanale? Siempre suelen tener algo bueno para comer.
-Excelente, magnífico -dijo Jules de Grandin con entusiasmo, instalándose ágilmente en el asiento trasero y bajándose el cuello del abrigo que se había subido para protegerse de la lluvia-. Es usted un auténtico filósofo, mon vieux. Siempre sabe decirme aquello que másdeseo oír.

Los clientes del cabaret se lo estaban pasando en grande, pues era la noche del 31 de octubre, y la gerencia había preparado una fiesta especial de Halloween. Dejamos atrás el cordoncillo de terciopelo que colgaba a través de la entrada y apenas llegamos al comedor fuimos acogidos por un estallido de música. Una docena de ágiles jovencitas sucintamente vestidas estaban ejecutando unosgiros muy complicados, dirigidas por una dama aparentemente desprovista de huesos cuyo atuendo se componía básicamente de tiras de tela con campanillas que le rodeaban el cuello, las muñecas y los tobillos.

-¿Conejo a la galesa? -sugerí-. Aquí lo preparan muy bien.
De Grandin asintió distraídamente con la cabeza mientras contemplaba a una pareja que comía en una mesa cercana.
-AmigoTrowbridge, tenga la amabilidad de observarles -me susurró justo cuando el camarero nos traía una bebida casi hirviente con que empezar la cena-. Comuníqueme los resultados de su examen, si es que obtiene alguno.

La chica «tumbaba de espaldas», como suele decirse. Era alta, esbelta y muy hermosa, y llevaba un traje de noche de color negro en el que no había ni el más mínimo adorno. Tampoco los había enel resto de su persona, dejando aparte el collar de pequeñas perlas de una sola vuelta que rodeaba su delgado y más bien largo cuello. Tenía el cabello de un castaño brillante, casi color cobre, y lo llevaba recogido alrededor de la cabeza formando una tiara griega: aquel marco rojizo hacía que su rostro pareciese una extraña flor situada al final de un largo tallo. Sus pestañas oscurecidas, elcarmín de sus labios y la palidez de sus mejillas creaban una combinación de lo más interesante. Cuando la observé con más atención me pareció que había en su rostro la vaga pero inconfundible expresión de quien sufre alguna enfermedad. No era nada definido, meramente la combinación de ciertos factores que atravesaron la cáscara de mi admiración puramente masculina y obtuvieron una respuesta de misaños de experiencia como practicante de medicina: un cierto tono azulado de la tez que para el profano significaba «palidez interesante», pero que al galeno le indicaba una pobreza de oxígeno en la sangre; una leve rigidez en los músculos situados alrededor de la boca que le daba una inclinación más bien patética a sus labios fruncidos en un hermoso mohín; y una apenas perceptible retracción allídonde se unían la mejilla y la nariz, que significaba fatiga de los nervios o los músculos, posiblemente de ambos.

Volví los ojos hacia el hombre que la escoltaba, mezclando distraídamente la admiración y el diagnóstico en mi cabeza, y mis labios se tensaron un poco mientras hacía una anotación mental: «¡Buscadora de oro!» El hombre tenía los huesos grandes y los rasgos toscos, la cabeza en...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Cuento que te cuento
  • Cuentos Que No Son Cuentos
  • Cuenta cuento
  • cuento cuento
  • cuento cuento
  • Cuentos Que No Son Cuentos
  • Mi Cuento Cuenta
  • Cuenta Cuentos

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS