Cuetiones Judiciales Atienza

n la obra que presen- tamos, el destacado profesor en Filosofía
del Derecho, Manuel Atienza, selecciona algunos de sus úl- timos trabajos relacionados con las cuestiones judiciales, en donde el punto a dilucidar, entre otros, es la trascenden- cia en la práctica judicial; la importancia del estudio en la teoría del derecho para com- prender y mejorar dicha prác- tica; la necesidad deprofun- dizar en la argumentación en materia de hechos; el control de la discrecionalidad adminis- trativa y sus límites; la selec- ción y la formación de los jueces y, vinculado con ello, la relevancia y la legitimidad del discurso sobre las virtudes judiciales.
El libro se compone de sie- te capítulos de fácil lectura y poca extensión, pero con sus- tancial contenido; por lo que porcuestiones de metodolo- gía sólo haremos referencia a tres de ellos, los cuales por su contenido y propositividad lla- man nuestra atención.
En el capítulo intitulado «¿Qué puede hacer la teoría por la práctica judicial?», se destaca una interrogante particular que se inscribe en el contexto de otra más general, como lo es ¿qué
*Atienza, Manuel. Cuestiones Judi- ciales. Editorial Fontamara,2001, Méxi- co, D.F., 151 pp.
puede hacer la teoría o la filoso- fía del derecho por la práctica jurídica?, donde la respuesta para el autor tiende a contribuir a aclarar los conceptos, al mis- mo tiempo que sugiere cursos de acción, ya que para él la teo- ría del derecho no puede ser prescriptiva y tampoco puede re- nunciar a serlo en un sentido débil o mínimo, toda vez que laclarificación de conceptos, la for- mulación de clasificaciones, etc., no debe ser un fin en sí mismo. Juzgar implica decidir; sin em- bargo, es necesario distinguir entre lo que es tomar una deci- sión y hacerlo en una forma decisionista. El juez es un decisor pero no debe ser un decisionista. Decidir implica ejercer un poder, pero en el caso del juez se trata de un poder con las siguientescaracterísticas:
a) A diferencia del poder le- gislador, del negociador o del científico, las alterna- tivas de acción del juez están previamente deter- minadas: sólo puede con- denar, absolver, otorgar una propiedad, declarar un acto válido o inválido; mientras que el legislador puede buscar alternativas posibles para resolver un determinado problema;
b) El juez no es libre para ele- gir una de lasalternativas (entre dos o más que se le presenten), sino que debe hacerlo en forma regular, esto es, siguiendo pautas
que muchas veces son previamente establecidas por él mismo, y
c) Finalmente, el juez debe dar las razones del porqué decidió de determinada forma, es decir, debe fun- dar y motivar sus decisio- nes; sin embargo, el legis- lador aunque si bien es cierto que generalmente presentauna exposición de motivos, sin la misma, a juicio del autor, no tiene la misma valía que la mo- tivación de una sentencia.
Por lo anterior, Manuel Atienza acota que el poder del juez, especialmente en un es- tado de derecho, es un poder limitado y por ello, hasta cier- to punto, controlado.
En el siguiente capítulo, «Sobre el control de la dis- crecionalidad administrativa», se señala quepara el dogmá- tico del derecho el consenso es la meta a alcanzar, y por su complejidad le revierte más dificultad que al científico; por tanto, la existencia de polémi- cas dentro del seno de cada comunidad de dogmáticos del derecho no tendría por qué verse como algo excepcional, sino más bien como un fenó- meno natural que acompaña necesariamente al desarrollo de las relacionesdogmáticas.
El campo de actuación del dogmático, o si se quiere, el campo en el que inciden sus elaboraciones intelectuales, es el conflicto social, de tal ma-
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Noviembre - diciembre de 2002
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Reseñas
nera que es comprensible que las contraposiciones de intereses, de valores, etc., penetren de al- guna forma en el discurso de la dogmática o al menos...