Cuotas De Género

Cuotas de género: argumentos para el debate
Con frecuencia opinadores y políticos confunden el sistema de cuotas con el trato preferencial. Estas opiniones por lo general están basadas en el desconocimiento del tema y en temores infundados, fruto de una ideología patriarcal que se contrapone severamente con las aspiraciones y principios de la democracia. También están fundadas en prácticasviciadas que los propios partidos han generado como mecanismos para contrarrestar el avance de las mujeres en su acceso a los espacios de toma de decisiones bajo el sistema de cuotas.
Las cuotas de género son parte de un mecanismo pactado desde la ONU para garantizar el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres, luego de que en la década de 1980 se concluyó que legislar la igualdad de género nohabía sido suficiente para que se tradujera en realidad.
En 1983 Naciones Unidas afirmaba que no era posible conseguir la igualdad entre el hombre y la mujer solamente prohibiendo los tratos discriminatorios, y que si se buscaba corregir las diferencias existentes era necesario proporcionar ventajas en determinados campos.
Por eso, afirma Marta Lamas, “dentro de los programas de igualdad deoportunidades se ha formulado un conjunto de medidas destinadas a corregir las diferencias de trato social entre hombres y mujeres, a las cuales se denominó acciones afirmativas o acciones positivas”.
En una futura entrega hablaremos ampliamente sobre las políticas de acción afirmativa, en las cuales se inscriben estos mecanismos, cuyo objetivo central es proponerse –en un periodo determinado–reducir las brechas de género en cualquier ámbito en el que se apliquen.
En nuestro país, y particularmente en Guerrero, las cuotas de género en el sistema electoral también han sido utilizadas por quienes toman las decisiones en los partidos para revertir su efecto. Esta deformación del sistema de cuotas expresa un conjunto de prácticas políticas patriarcales en los partidos, donde generalmente noson las mujeres quienes deciden quiénes van a ocupar las candidaturas. Con frecuencia se les utiliza para cumplir con el requisito de cubrir la cuota y se les somete a acuerdos que las obligan a renunciar a sus cargos para que a final de cuentas sean ocupados por hombres. O bien se les asignan candidaturas en los distritos donde se sabe que el partido en cuestión no obtendrá el triunfo. Así, hastaahora ningún partido político del país ha logrado cumplir con la proporción del 70/30 establecida en la legislación electoral.
Si uno de los cuestionamientos que hacen los detractores de las cuotas es que llegan al poder mujeres de bajo perfil o que no tienen suficientes “méritos”, habría que detenernos a hacer algunas consideraciones: la primera es revisar si el resto de las personas que llegan aespacios de representación popular, con o sin cuota, son evaluadas de la misma manera que se hace con las mujeres que llegan mediante este sistema.
O cuestionémonos por qué en el caso de las cuotas para los pueblos indígenas o para la juventud –que también son hombres y mujeres– estos argumentos no tienen la misma fuerza que en el caso de las cuotas de género.
El bajo perfil de nuestrosgobernantes y legisladores no es una limitante particular de las mujeres que llegan por el sistema de cuotas; más bien expresa la descomposición política que se vive en el país y que ha conducido a la construcción de una clase política cada vez más limitada, con menos oficio político y muchos intereses oscuros por los que aboga, pasando por encima del interés común. Y en este complejo entramado deintereses, las mujeres suelen ser utilizadas como botín de los que toman las decisiones centrales.
No perdamos de vista que quienes definen las candidaturas de hombres y mujeres son los dirigentes de los partidos y sus corrientes, que son mayoritariamente hombres.
En cada partido hay personas que cuentan con amplias y respetables trayectorias políticas y que jamás han sido consideradas para...