Cuánto nos cuesta la pobreza
Páginas: 6 (1380 palabras)
Publicado: 9 de febrero de 2011
¿CUÁNTO NOS CUESTA LA POBREZA?
Desde hace algunas décadas la pobreza se ha convertido en uno de los temas centrales en materia social. No hay discurso político que no prometa luchar en contra de ella, ni plan de desarrollo social que no contemple (al menos en el papel) programas destinados a acabar con este fenómeno. Cada día se habla más de la necesidad de comprometerse en la lucha contra lapobreza ya sea por obligación moral, justicia social o por simple compasión, pero pocas veces se habla de lo que cuesta este problema, de lo que perdemos todos por la existencia de este fenómeno.
A lo largo de la historia la desigualdad entre pobres y ricos a provocado grandes conflictos que no pocas veces han costado el derramamiento de sangre, y aunque hoy en día estos conflictos no sean tansangrientos siguen presentes sobretodo en la desconfianza y el resentimiento de muchos de los más necesitados; “es justo que los pobres siempre hayan querido librarse de su miseria, y es necesario ayudarles a conseguirlo.”[1]
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, habla en sus primeros artículos de las garantías individuales, mediante las cuales se reconocen derechos quetodo ser humano tiene por el sólo hecho de ser persona. El Estado tiene la obligación de brindar su apoyo a todos los ciudadanos que por sus condiciones de vida carecen de lo necesario así como ayudarlos (mediante oportunidades de empleo, educación, etc.) a volverse autosuficientes.
El Concilio Vaticano II, al referirse a los deberes de patrones y gobernantes, dice: “Es necesario que se faciliteal hombre todo lo que éste necesita para vivir una vida verdaderamente humana, como son el alimento, el vestido, la vivienda, el derecho a la libre elección de estado y a fundar una familia, a la educación, al trabajo, a la buena fama, al respeto, a una adecuada información, a obrar de acuerdo a la norma recta de su conciencia, a la protección de la vida privada y a la justa libertad, también enmateria religiosa.”[2]
Por esta obligación gubernamental, parece fácil contestar que la pobreza nos cuesta dinero. El gobierno de Vicente Fox a través de su programa Oportunidades, destinará – durante el 2006 – 11 mil 870 millones de pesos para el combatirla, 10% menos de lo que se destinará al Instituto Federal Electoral.[3]
Lo que en cierta manera provoca desconcierto: parece increíbleque las campañas políticas y las elecciones del 2006 puedan requerir más recursos que la lucha porque todos los mexicanos vivan de forma digna al contar con todos los recursos básicos (alimentación, vivienda, salud, vestido, educación).
Pero sin duda, la pobreza no sólo cuesta dinero. Es cierto que cada año el Estado invierte millones de pesos de los impuestos en programas dedicados a combatirla,pero hasta ahora éstos han resultado insuficientes. Hace falta algo más que dinero y programas gubernamentales.
Esto nos lleva a concluir con mucha facilidad que la pobreza no es sólo un problema del Estado y que hace falta que los ciudadanos se comprometan en la lucha por mejorar las condiciones de vida de sus semejantes, concientes de que no basta con pagar impuestos, y de que para ver hacialos demás es necesario salir del individualismo que reina en la sociedad actual.
“El individualismo, [...], tiende a abandonar a los débiles a su suerte, como si la necesidad de asistir no aportara nada al hombre sano. Esto es claramente un valor que- al menos en nivel epidérmico- está siendo revisado: la sensibilización hacia la ayuda ha sido especialmente fuerte en los últimos años.”[4]La pobreza requiere entonces un cambio en el pensamiento moderno, por lo que podría decirse que cuesta – además de dinero- esfuerzo por transformar al hombre, para que deje atrás su egoísmo y convierta a la solidaridad en un valor de su vida cotidiana.
“La solidaridad nace de la conciencia espontánea de que todos los hombres somos iguales; por tanto no se puede abandonar a quienes tienen un...
Desde hace algunas décadas la pobreza se ha convertido en uno de los temas centrales en materia social. No hay discurso político que no prometa luchar en contra de ella, ni plan de desarrollo social que no contemple (al menos en el papel) programas destinados a acabar con este fenómeno. Cada día se habla más de la necesidad de comprometerse en la lucha contra lapobreza ya sea por obligación moral, justicia social o por simple compasión, pero pocas veces se habla de lo que cuesta este problema, de lo que perdemos todos por la existencia de este fenómeno.
A lo largo de la historia la desigualdad entre pobres y ricos a provocado grandes conflictos que no pocas veces han costado el derramamiento de sangre, y aunque hoy en día estos conflictos no sean tansangrientos siguen presentes sobretodo en la desconfianza y el resentimiento de muchos de los más necesitados; “es justo que los pobres siempre hayan querido librarse de su miseria, y es necesario ayudarles a conseguirlo.”[1]
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, habla en sus primeros artículos de las garantías individuales, mediante las cuales se reconocen derechos quetodo ser humano tiene por el sólo hecho de ser persona. El Estado tiene la obligación de brindar su apoyo a todos los ciudadanos que por sus condiciones de vida carecen de lo necesario así como ayudarlos (mediante oportunidades de empleo, educación, etc.) a volverse autosuficientes.
El Concilio Vaticano II, al referirse a los deberes de patrones y gobernantes, dice: “Es necesario que se faciliteal hombre todo lo que éste necesita para vivir una vida verdaderamente humana, como son el alimento, el vestido, la vivienda, el derecho a la libre elección de estado y a fundar una familia, a la educación, al trabajo, a la buena fama, al respeto, a una adecuada información, a obrar de acuerdo a la norma recta de su conciencia, a la protección de la vida privada y a la justa libertad, también enmateria religiosa.”[2]
Por esta obligación gubernamental, parece fácil contestar que la pobreza nos cuesta dinero. El gobierno de Vicente Fox a través de su programa Oportunidades, destinará – durante el 2006 – 11 mil 870 millones de pesos para el combatirla, 10% menos de lo que se destinará al Instituto Federal Electoral.[3]
Lo que en cierta manera provoca desconcierto: parece increíbleque las campañas políticas y las elecciones del 2006 puedan requerir más recursos que la lucha porque todos los mexicanos vivan de forma digna al contar con todos los recursos básicos (alimentación, vivienda, salud, vestido, educación).
Pero sin duda, la pobreza no sólo cuesta dinero. Es cierto que cada año el Estado invierte millones de pesos de los impuestos en programas dedicados a combatirla,pero hasta ahora éstos han resultado insuficientes. Hace falta algo más que dinero y programas gubernamentales.
Esto nos lleva a concluir con mucha facilidad que la pobreza no es sólo un problema del Estado y que hace falta que los ciudadanos se comprometan en la lucha por mejorar las condiciones de vida de sus semejantes, concientes de que no basta con pagar impuestos, y de que para ver hacialos demás es necesario salir del individualismo que reina en la sociedad actual.
“El individualismo, [...], tiende a abandonar a los débiles a su suerte, como si la necesidad de asistir no aportara nada al hombre sano. Esto es claramente un valor que- al menos en nivel epidérmico- está siendo revisado: la sensibilización hacia la ayuda ha sido especialmente fuerte en los últimos años.”[4]La pobreza requiere entonces un cambio en el pensamiento moderno, por lo que podría decirse que cuesta – además de dinero- esfuerzo por transformar al hombre, para que deje atrás su egoísmo y convierta a la solidaridad en un valor de su vida cotidiana.
“La solidaridad nace de la conciencia espontánea de que todos los hombres somos iguales; por tanto no se puede abandonar a quienes tienen un...
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