Código penal

CAPITULO IV

De las circunstancias que agravan la responsabilidad criminal


Artículo 22. [Agravantes]

Son circunstancias agravantes:

1ª Ejecutar el hecho con alevosía.
Hay alevosía cuando el culpable comete cualquiera de los delitos contra las personas empleando en la ejecución medios, modos o formas que tiendan directa o especialmente a asegurarla, sin el riesgo que para su personapudiera proceder de la defensa por parte del ofendido.

2ª Ejecutar el hecho mediante disfraz, con abuso de superioridad o aprovechando las circunstancias de lugar, tiempo o auxilio de otras personas que debiliten la defensa del ofendido o faciliten la impunidad del delincuente.

3ª Ejecutar el hecho mediante precio, recompensa o promesa.

4ª Cometer el delito por motivos racistas,antisemitas u otra clase de discriminación referente a la ideología, religión o creencias de la víctima, la etnia, raza o nación a la que pertenezca, su sexo u orientación sexual, o la enfermedad o minusvalía que padezca.

5ª Aumentar deliberada e inhumanamente el sufrimiento de la víctima, causando a ésta padecimientos innecesarios para la ejecución del delito.

6ª Obrar con abuso de confianza.

7ªPrevalerse del carácter público que tenga el culpable.

8ª Ser reincidente.

Hay reincidencia cuando, al delinquir, el culpable haya sido condenado ejecutoriamente por un delito comprendido en el mismo Título de este Código, siempre que sea de la misma naturaleza.
A los efectos de este número no se computarán los antecedentes penales cancelados o que debieran serlo.
 
Comentario: Art 22- 6ªpárrafo: Obrar con abuso de confianza.



Lo habitual es que el autor de una infracción encuentre resistencia o dificultades para llevar a cabo unos propósitos que lesionan derechos, o intereses ajenos. No obstante, como el desenvolvimiento jurídico, y más concretamente las relaciones mercantiles, no serían posibles si previamente no existiera un clima de confianza al depositar uno su buenafe, esperando obtener recíprocamente en otros semejanza de trato, esto posibilita no sólo el contrato, sino, también, el incremento de las relaciones mercantiles.

El deber mutuo de lealtad, que expresa o implícitamente preside el régimen de las relaciones comerciales, es un sentimiento tan extendido y generalizado, por ser la situación normal y además necesaria que, en otro caso, ladesconfianza frenaría considerablemente la contratación. Cierto que una es la confianza que interese dar y otra la que interese tomar pero no cabe olvidar la estructura de una sociedad de consumo como la actual, en la cual los principios mismos de la organización de la vid económica requieren la concesión de unas facilidades hacia el público para la adquisición de productos a fin de atraer así a loscompradores con el riesgo consiguiente de que éstos incumplan sus obligaciones o especulen con el rendimiento que puede proporcionar la posesión de valores puestos en manos de personas de escasas garantías morales.

La confianza, cuando es mutua y auténtica, será fuente de solidarias relaciones sociales pero sin embargo, también podrán darse los posibles abusos de confianza.
Dos apartados se podríandistinguir. El primero en el cual indiferenciadamente se otorga genéricamente la confianza a todos sin discriminación, ofreciendo unas condiciones que, a veces, descansan en la creencia de que el destinatario de la oferta responderá fielmente a los compromisos contraídos pero hay también otra confianza con alcance más específico que se refiere a las relaciones concretas que median entre dospersonas y se singulariza por la bilateralidad del vínculo que une a ambos y que hace brotar una indiferenciación, tanto de valores como de intereses, con el fin de obtener ventajas.

En la confianza resulta fundamental distinguir entre aquella que fue creada mediante el halago o el enredo, generadores ambos del engaño, y la que espontáneamente brinda quien, posteriormente, resultará perjudicado por...