De cara al país: Más fuerte que el dedo de Lagos
Páginas: 14 (3378 palabras)
Publicado: 11 de abril de 2013
Por Esteban Acuña
Noviembre de 2012
De cara al país:
Más fuerte que el dedo de Lagos
De cara al país será siempre recordado por el dedo de Ricardo Lagos apuntando a la pantalla, directamente a Pinochet. Pero antes y después de ese episodio numerosas figuras emblemáticas de la política chilena manifestaron abiertamente su posición política, tras 14 años de silencio. Este programa marcó unhito en la información televisiva de Chile, y se tradujo en un paso hacia la democracia que luego sucumbió ante la fuerza del poder económico.
Abstract: De cara al país marcó un hito en la información televisiva de Chile, y estableció un antes y un después en la historia con el paso de la dictadura a la democracia.
Palabras claves: Programa, plebiscito, entrevista, periodista.
Elprograma de esa noche estaba a punto de terminar de manera inesperada y definitiva. En el capítulo anterior, el director Gonzalo Bertrán les había dicho a los tres panelistas -Raquel Correa, Roberto Pulido y Lucía Santa Cruz- que insertaría una tanda de avisos casi al final de la emisión, por lo que a la vuelta de comerciales cada uno tendría la posibilidad de formular “una pregunta simpática alentrevistado para el cierre”.
Durante todo un fin de semana fuera de Santiago, Raquel Correa preparó con tranquilidad un cuestionario para el estelar del lunes. El invitado era el empresario y político chileno Francisco Javier Errázuriz Talavera, más conocido como Fra Fra, quien postulaba como candidato a la elección presidencial de 1989 con diversos juicios laborales y penales en su contra.Correa escogió una pregunta que consideró pertinente para cerrar el programa de manera simpática. Fiel a su estilo, fue directa como un flechazo, pero siempre sosteniendo una sonrisa en su rostro: “Señor Errázuriz, con todos los juicios que hay en su contra, si usted terminara en la cárcel ¿seguiría de candidato a la presidencia?”.
El efecto fue devastador para el entrevistado. “Se enfureció, sepuso como a llorar, gritaba, se tomaba la cabeza, 'pero cómo es posible', decía”, relató Correa.
Después de cada transmisión, existía la costumbre de ofrecer un coctel de despedida a los familiares y amigos del entrevistado. Aquella vez llegaron las hijas y la esposa de Francisco Javier Errázuriz llorando sin consuelo. “Se armó un escándalo tan grande que cuando terminó el programa, nosecharon a Lucía Santa Cruz y a mí. Roberto no había hecho nada. O sea, fue el final”, dijo la periodista.
El happy end (o final feliz) -como quedó catalogado aquel episodio- jamás fue noticia en los diarios de la época, salvo para los familiares y los trabajadores del canal que estuvieron allí presentes; poca gente se enteró de lo ocurrido. Tampoco periodistas ni fotógrafos y nadie sabe muy bienpor qué.
Raquel Correa aventuró: “Yo pensé, en ese momento, que el poder económico es más fuerte. No quiero ser muy frontal porque no me consta, pero yo supongo que el señor Errázuriz tenía mucho poder”.
EL COMIENZO
Eran principios de 1988. El diario El Mercurio, el jueves 3 de marzo de ese año, anunciaba en una de sus páginas que a fines de ese mes, Roberto Pulido, director de larevista Qué Pasa iba a estar “acompañado de un panel estable, integrado por otros dos panelistas, de sexo femenino, que aún no han confirmado su participación de modo que se prefiere mantener su nombre en reserva”.
Se acercaba el plebiscito que definiría la continuidad de la dictadura militar, que estaba siendo duramente cuestionada en Chile y en el extranjero. La discusión política no estaba ala altura de las circunstancias: eran pocos los políticos de oposición que en ese tiempo tenían la oportunidad de aparecer en televisión y manifestar abiertamente sus ideas y opiniones, sin ser censurados o castigados por el régimen.
La Dirección Ejecutiva de Canal 13, encabezada por Eleodoro Rodríguez, conscientes de que en el país se aproximaban tiempos de cambio y de toma de decisiones,...
Noviembre de 2012
De cara al país:
Más fuerte que el dedo de Lagos
De cara al país será siempre recordado por el dedo de Ricardo Lagos apuntando a la pantalla, directamente a Pinochet. Pero antes y después de ese episodio numerosas figuras emblemáticas de la política chilena manifestaron abiertamente su posición política, tras 14 años de silencio. Este programa marcó unhito en la información televisiva de Chile, y se tradujo en un paso hacia la democracia que luego sucumbió ante la fuerza del poder económico.
Abstract: De cara al país marcó un hito en la información televisiva de Chile, y estableció un antes y un después en la historia con el paso de la dictadura a la democracia.
Palabras claves: Programa, plebiscito, entrevista, periodista.
Elprograma de esa noche estaba a punto de terminar de manera inesperada y definitiva. En el capítulo anterior, el director Gonzalo Bertrán les había dicho a los tres panelistas -Raquel Correa, Roberto Pulido y Lucía Santa Cruz- que insertaría una tanda de avisos casi al final de la emisión, por lo que a la vuelta de comerciales cada uno tendría la posibilidad de formular “una pregunta simpática alentrevistado para el cierre”.
Durante todo un fin de semana fuera de Santiago, Raquel Correa preparó con tranquilidad un cuestionario para el estelar del lunes. El invitado era el empresario y político chileno Francisco Javier Errázuriz Talavera, más conocido como Fra Fra, quien postulaba como candidato a la elección presidencial de 1989 con diversos juicios laborales y penales en su contra.Correa escogió una pregunta que consideró pertinente para cerrar el programa de manera simpática. Fiel a su estilo, fue directa como un flechazo, pero siempre sosteniendo una sonrisa en su rostro: “Señor Errázuriz, con todos los juicios que hay en su contra, si usted terminara en la cárcel ¿seguiría de candidato a la presidencia?”.
El efecto fue devastador para el entrevistado. “Se enfureció, sepuso como a llorar, gritaba, se tomaba la cabeza, 'pero cómo es posible', decía”, relató Correa.
Después de cada transmisión, existía la costumbre de ofrecer un coctel de despedida a los familiares y amigos del entrevistado. Aquella vez llegaron las hijas y la esposa de Francisco Javier Errázuriz llorando sin consuelo. “Se armó un escándalo tan grande que cuando terminó el programa, nosecharon a Lucía Santa Cruz y a mí. Roberto no había hecho nada. O sea, fue el final”, dijo la periodista.
El happy end (o final feliz) -como quedó catalogado aquel episodio- jamás fue noticia en los diarios de la época, salvo para los familiares y los trabajadores del canal que estuvieron allí presentes; poca gente se enteró de lo ocurrido. Tampoco periodistas ni fotógrafos y nadie sabe muy bienpor qué.
Raquel Correa aventuró: “Yo pensé, en ese momento, que el poder económico es más fuerte. No quiero ser muy frontal porque no me consta, pero yo supongo que el señor Errázuriz tenía mucho poder”.
EL COMIENZO
Eran principios de 1988. El diario El Mercurio, el jueves 3 de marzo de ese año, anunciaba en una de sus páginas que a fines de ese mes, Roberto Pulido, director de larevista Qué Pasa iba a estar “acompañado de un panel estable, integrado por otros dos panelistas, de sexo femenino, que aún no han confirmado su participación de modo que se prefiere mantener su nombre en reserva”.
Se acercaba el plebiscito que definiría la continuidad de la dictadura militar, que estaba siendo duramente cuestionada en Chile y en el extranjero. La discusión política no estaba ala altura de las circunstancias: eran pocos los políticos de oposición que en ese tiempo tenían la oportunidad de aparecer en televisión y manifestar abiertamente sus ideas y opiniones, sin ser censurados o castigados por el régimen.
La Dirección Ejecutiva de Canal 13, encabezada por Eleodoro Rodríguez, conscientes de que en el país se aproximaban tiempos de cambio y de toma de decisiones,...
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