Decadencia?

deCADencia?
Por A. Casagrande S. Tal parece que el proceso creativo en arquitectura es el punto de quiebra entre las posturas de los profesionales. Los funcionalistas restan importancia, en cierto modo, a las percepciones de los habitadores; los esteticistas por su lado, cuidan al detalle el contenido plástico de la obra y se esmeran por crear un objeto bello que impacte lo más posible la retinade quienes lo perciben, principalmente desde el exterior; los idealistas buscan, además de todo lo anterior, espacios con un fuerte dramatismo perceptual que hagan de su obra sobre todo una satisfacción personal y se constituyan en materia prima para las revistas prestigiadas o por lo menos fondo para las mejores modelos plasmadas en plata sobre gelatina. Pero cada arquitecto, independientementede su tendencia creativa, se pregunta: ¿cómo lograr el diseño perfecto, el modelo completo que permita resolver al más mínimo detalle el funcionamiento, la composición, la percepción, la plástica? y más aún, antes de empezar siquiera a trazar el proyecto sobre el terreno. Entramos aquí al terreno de los recursos, donde el privilegiado utiliza la mano prodigiosa, un lápiz y un papel en blanco paraplasmar tridimensionalmente una creación completa; construye castillos en el aire, los recorre, sobrevuela y tropieza en los escalones de escaleras helicoidales de brillante recubrimiento; resuelve al margen los soportes de las gigantescas hojas de vidrio que constituyen el muro del fondo, crea un sistema estructural tan innovador que la punta del lápiz se redondea una y otra vez tratando deperfeccionar los empotres de las vigas y los capiteles, que a su vez van tomando un aspecto cada vez más alejado del corintio. El dibujo toma el aspecto de una negra mancha informe con haces luminosos color de fondo, que más parece un abstracto que un proyecto arquitectónico. Hoja sobre hoja se irá depurando el trazo, ordenando la representación de la planta, luego los alzados, los detalles y losapuntes. El resultado, láminas que expresan por sí mismas una composición estética a todas luces y por donde se le quiera ver; materia e inspiración plasmadas magistralmente sobre un simple papel, que lo convierten en una esperanza de realidad plástica. He ahí el problema: el proyecto arquitectónico no deja de ser un diseño de algo que aún no es real y que tomará su correcta dimensión en la medida quelas apreciaciones del autor en el proceso del proyecto hayan sido adecuadas y se realicen fielmente durante la etapa constructiva; se presentarán sin embargo innumerables dificultades para lograrlo, desde la disposición que tenga el dueño del balón hasta la certeza de la interpretación de los planos constructivos por parte del operario; su destreza en el manejo de la cuchara, el serrucho y el botepasando por las suspensiones, multas y apercibimientos de las autoridades. Para asegurar el resultado del proyecto, no cabe duda que la utilización del modelo tridimensional es indispensable, independientemente de la escala o el grado de detalle. Se ha venido utilizando la maqueta arquitectónica casi absolutamente como un producto comercial, cuando se pone toda la carne al asador para ganar unconcurso o convencer a un "cliente", pero la mayoría de las veces la maqueta se usa más para esconder los aspectos no resueltos en el diseño y con ello asegurar un atractivo al producto que para visualizar el grado de solución que se ha alcanzado. Ciertamente la maqueta de trabajo o estudio en el proceso de diseño ha pasado a formar parte sólo de los restiradores de los estudiantes a quienes elprofesor les exige como requisito o de los talleres en los despachos con muchos recursos, donde el costo del material y las horas-hombre no merman hondamente las utilidades; injusto

sería omitir el trabajo honesto del arquitecto que sin muchos recursos alterna el lápiz y el cartón, la tinta y la madera para con ello ir resolviendo integralmente el mínimo detalle de su obra. Sin embargo el...