Defecando a los dominadores de bolsillos

Defecando a los dominadores de bolsillos
Esos hijos de puta querían jugar conmigo. Sin lugar a dudas eran totalmente conscientes de lo que hacían. Era un juego perverso, me hacía recordar a unas carreras de perros que en algún momento divisé en mi tv.
Se trataba de algo muy parecido a las carreras de atletismo humano, solo que corrían perros. Había carriles marcados, pero una vez que sonaba eldisparo todos salían hacia delante y ninguno respetaba su carril. Delante de ellos había una máquina que contenía pedazos de carne colgando, la maquina se movía velozmente hacia la meta y los perros corrían atrás. El perro que ganó fue enfocado en primer plano por la cámara. Estaba desesperado. Se le notaba ansioso y desorientado, miraba para todos lados en busca del pedazo de carne, pero lamaquina había desaparecido.
Seguramente luego le darían de comer, pero primero las fotos. Fotos junto a los hombres que habían apostado por él.
Si yo fuera el perro los mearía.
Lo mismo sucedía con estos dominadores de bolsillo. Me mostraban un pedazo de chuleta jugosa y allí iba yo, corriendo detrás de un objetivo ficticio que solo podría alcanzar una vez que se termine el juego.
Muchas veces mepregunté si esos cerdos tenían sentimientos. De seguro se sentían dioses, y hasta tenían el discurso de colaborar con el desarrollo del país. Daban trabajo a la gente, eran dueños de empresas productivas, invertían en el país y de vez en cuando apoyaban a instituciones carenciadas con donaciones de pequeñas sumas mentirosas que escondían el fin de reducir impuestos. Esos tipos sienten que tesalvan y si en algún momento les das un poco de agradecimiento, se convierten en tus dueños. Son ricos, y con eso les basta para dominar tus bolsillos.
Pero tienen miedo. El propio miedo que les genera su riqueza oscura. No pueden dominar tus pensamientos y eso también les asusta.
Mi cabeza era mi arma de destrucción masiva. El problema era no destruir todo. Hay una línea muy fina entre ladestrucción del enemigo y la destrucción total, hay que ser cuidadoso en eso.
Recuerdo que en oportunidad de salir de facultad un viernes de noche, me instalé un bar de los alrededores. Eran algo así como las 23.30 horas. Era uno de esos días de invierno en los que hacía calor, esos veranillos furiosos. Me pedí un whisky doble y me ubiqué en un taburete junto a la barra. La ventana del bar era como lapantalla de un cine que proyectaba historias ridículas y rápidas. La gente pasaba por allí y cada uno cargaba con una mochila de sufrimiento a cuestas. Era difícil ver a alguien que pasara riendo. La mayoría de los rostros delataban preocupación. Todos caminaban rápido, apurados, eso de alguna manera me puso algo nervioso y terminé mi whisky antes de los previsto. Pedí otro.
Un tipo de unos 50 años seinstaló al lado mío y pidió una grapa miel. Saludó al cantinero y se puso a charlar con él. El tipo venía del casino y había perdido 5 mil pesos. Otros 2 tipos charlaban en una mesa y hablaban de mujeres que nunca tendrían. Una chica estaba con una laptop estudiando. Luego pedí otro whisky y empecé a perder la cuenta de la noche. La gente empezó a llenar el lugar y se hacía difícil reconocerhistorias personales, pero también se ponía propicio para conocer alguna mujer. La noche se presentaba linda y el whisky comenzaba a dorarme la piel.
Hablé con una chica de unos 25 años. Silvina. Estaba bien, pero hablaba mucho. O tal vez yo hablaba poco. Era mucho mejor que yo, o al menos eso se desprendía de sus palabras, por momentos me hacía sentir un perdedor. Mientras ella hablaba, yo recordabala historia del tipo que había perdido 5 mil en el casino. Era fácil ser un perdedor, cualquier idiota puede serlo. Tampoco se trata de ser un ganador, o un dominador de bolsillos, hay que tener la habilidad suficiente para no caer en esos extremos. Yo caía incasablemente en el estatus de los perdedores, pero sabía salir. Mi estilo podía sacarme una y otra vez de esas situaciones. Era bueno...