Democracia y Paz: ¿falsos positivos?




DEMOCRACIA Y PAZ: ¿FALSOS POSITIVOS?
OSCAR ANDRES HERNANDEZ CURSO 114
COLEGIO DE LA SALLE
AREA DE ETICA
AÑO 2013














Durante los últimos años, sino, durante toda su existencia, Colombia se ha visto atravesada y fragmentada por guerras y conflictos, los cuales, aunque no han faltado en otras naciones, en la nuestra parecen haberse aferrado como parte de suesencia. Mutaciones1 se han presentado sobre tales males durante la historia, fuera la corona española, el bipartidismo, el asesinato de Galán, las guerrillas, el narcotráfico o cualquier otro el nombre que diéramos al causante trágico de nuestro conflicto interno, no ha sido más que uno, adaptándose mientras trepaba en los escalones del tiempo.
Con paso flojo, pero siempre firme, logró finalmentesobrevivir hasta nuestra contemporaneidad ante diversas tragedias, fuera la masacre de las bananeras, la época de violencia, el nacimiento de grupos armados o la división salvaje en dos partidos que transformaron al pueblo en enemigo de sí mismo2, aquel mal, aún intimidante y radical es más notorio que nunca, y ha demostrado que, como un cáncer, los intentos por acabarlo definitivamente han sido casiinútiles. De esta manera, el gobierno se ha visto obligado a experimentar soluciones alternas a la violencia, como fue el tratado entre los partidos liberal y conservador de 1958, el denominado frente nacional; y como lo apremia cualquier sabio, el dialogo ha surgido como respuesta, y aunque errores se hayan dado en los anteriores intentos por conciliar la paz mediante el dialogo (me refiero enesta parte a los problemas que se dieron tras los diálogos de paz efectuados desde 1997 hasta 2002 entre el gobierno de Andrés Pastrana y Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, donde se decidió otorgar una zona desmilitarizada en la región de El Caguán para llevar ahí los diálogos con las FARC, sin un cese al fuego generalizado, lo que generó una toma total de poder por parte del grupoarmado en la zona, dictando sus propias leyes y creciendo descontroladamente) la esperanza de muchos sigue vigente, la esperanza de que los actuales diálogos de paz finalmente curen a Colombia, o al menos nos muestren un alivio temporal.
La cuestión ahora es: ¿Será nuestra esperanza correspondida en tiempos futuros? ¿Aquellos tratados que muchos miran con una leve sonrisa en la cara van encaminadoshacia la realización de un estado democrático justo como se nos promete? O ¿Deberemos hacer caso a Nietzsche y dejar atrás toda esperanza3, aquél mal que prolongará nuestro tormento por la eternidad, sumidos en la espera de la utopía de la democracia nacional, en la utopía de la dialéctica de la paz4? Adentrándonos en tales cuestiones no queda más que evaluar cómo se está dando aquel proceso depaz que tanto nos promete.
Durante el gobierno de Santos, en la Habana se han dado los diálogos de paz entre líderes de las FARC y los representantes que nuestro presidente ha elegido. El proceso en pie, abarca varias propuestas cuyo fin principal es el cese de hostilidades: la desmovilización de los guerrilleros que han cometido incontables crímenes en nuestra sociedad, sean estos secuestros yejecuciones de los rehenes, desplazamientos forzados con toma de propiedades privadas y públicas, asesinatos y devastaciones de poblaciones y extorciones los crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra en su lista. La idea en sí se presenta como salvadora indudable, pero cuando vemos lo que implica su cumplimiento la duda se apropia de muchos y la guerra de postulados5 aparece.
El puntoprincipal que preocupa no solo a los habitantes de la nación colombiana, sino a entidades extranjeras radica en aquel proyecto en desarrollo llamado el ‘’marco jurídico para la paz en Colombia’’ el cual parece presentarse como ‘’un ritual de la clase dirigente para auto legitimarse’’ según Ricardo García6. Además afirma que el ‘’Marco Jurídico para la Paz es un proyecto inútil, fundamentalmente...