Deontologia

Aristóteles entendió que el fin de una actividad, su sentido último –en lo que se refiere a sus aspectos más básicos –nos viene dado. En sus palabras: no deliberamos sobrelos fines, sino sobre los medios que conducen a los fines. Pues ni el médico delibera sobre si cura, ni el orador sobre si persuadirá, ni el político sobre si legislarábien, ni ninguno de los demás sobre el fin, sino que, puesto el fin, consideran como y por qué medios pueden alcanzarlo. El objeto deliberación entonces, no es el fin, sino losmedios que conducen al fin.
Todo ello tiene una clara aplicación en relación a las profesiones jurídicas. Lo fundamental será, tal y como ya se muestra en las palabras deAristóteles, conocer y comprender cuál es el sentido y el fin de nuestra actividad profesional. Tal fin es, como muchos han entendido a lo largo de la historia, la justicia.El oficio de jurista nace en el contexto de las relaciones sociales, ante la necesidad de que cada uno tenga y disfrute pacíficamente de lo suyo, ya sean bienes o derechos.En el supuesto de las profesiones jurídicas, es evidente que concurre una importante finalidad social. Se puede destacar la clara dimensión moral de esta profesión, que leafecta como grupo, que afecta a cada uno de sus miembros, y todos los individuos que reciben sus servicios profesionales. En este sentido, por ejemplo, el códigodeontológico de la abogacía española comienza afirmando que:
La función social de la Abogacía exige establecer unas normas deontológicas para su ejercicio. A lo largo de lossiglos, muchos han sido los intereses confiados a la Abogacía, todos ellos trascendentales, fundamentalmente relacionados con el imperio del Derecho y la Justicia humana.