Desarrollo Y Pobreza O ¿Dónde Está La Punta De La Madeja?

INTRODUCCIÓN

Contexto 1.
El presente trabajo es condición para la aprobación de la materia Psicología II correspondiente a la Licenciatura en Psicomotricidad.
Por los avatares, (¿desidia?) de la burocracia universitaria me encuentro realizándolo cuando en el año 2009 ya presenté y aprobé la monografía final de mi carrera, por lo que con comprobante de tramitación de mi título, comencé atrabajar ejerciendo mi profesión a tiempo completo en el 2010.
Contexto 2.
Desde el 2009 me desempeño como psicomotricista en un Centro Caif ubicado en la zona de Casavalle, comúnmente conocida como Barrio Borro. En él trabaja un equipo multidisciplinario compuesto por Psicóloga, Trabajadora Social, Psicomotricista, Maestras con la función de coordinadoras, Educadoras en primera infancia, Educadoraalimentaria (cocinera), Educadora en Higiene (limpiadora).
En mi caso, junto con una educadora en primera infancia llevamos adelante talleres de Experiencias Oportunas, así prefiero llamarlos, y no de estimulación oportuna.
El término estimular tiene dos acepciones en el diccionario:  “animar o incitar a hacer algo o a hacerlo más rápido o mejor; y poner en funcionamiento o avivar la actividadde un órgano o una función orgánica”. Ninguna de ellas se ajusta a la tarea desarrollada en los talleres.
La función es la de acompañar al niño y a la familia en el desafío de favorecer el desarrollo de los bebés que concurren semanalmente. No “aguijoneando” sino proporcionando, en base a la empatía y un sistema de actitudes (Aucouturier) que manejan tanto la psicomotricista como la educadora(cada cual desde su rol), experiencias corporales, emocionales y de exploración que promuevan el desarrollo integral de los niños.
Los talleres tienen una frecuencia semanal y están dirigidos a familias con niños desde 0 a 24 meses.
Cada taller tiene una duración aproximada de tres horas. En ellos compartimos con las díadas (bebé y mamá o referente adulto, abuela, tía, etc.), o tríadas (enalgunos casos papá, mamá y bebé) de un espacio de juego libre, con los materiales que conforman una sala de psicomotricidad, más juguetes, libros y materiales didácticos varios. Coincidimos con Winnicott en que “un bebé no puede existir solo, sino que es esencialmente parte de una relación” y hablar de desarrollo implica indefectiblemente hablar de la díada que conforman mamá y bebé y la tríadaincluyendo al papá en éste comienzo del camino de la vida.
Luego, mientras la educadora queda a cargo del grupo de niños en el mismo espacio físico, pasamos a un espacio que desde Caif se propone como “de reflexión”. En él, de acuerdo a las inquietudes del grupo, conversamos sobre temas vinculados al desarrollo y a las pautas de crianza. El término “de reflexión” tampoco parece el más adecuado por sualusión a un clima eclesiástico. La idea de éste momento, de acuerdo a la propuesta del Plan Caif, es la de tomar las inquietudes manifestadas durante el tiempo de juego y devolverlas para la discusión lo más horizontalmente posible en el grupo. Personalmente éste es el momento que exige más esfuerzo en encontrar un código común de comunicación debido a la diversidad de vivencias, de historias, deestructuras de personalidad y cognitivas incluso.
Por último, compartimos un almuerzo donde también aprovechamos a conversar sobre pautas saludables de alimentación y crianza.
Cada año se realizan dos ciclos de 16 talleres cada uno. Los primeros 10 “espacios de reflexión” son coordinados por la psicomotricista, los 6 restantes por la psicóloga integrante del equipo. En ellos habitualmente seinvita a diferentes técnicos que integran instituciones de la zona como nutricionista, partera, ginecóloga, así como la trabajadora Social que integra el equipo para aportar cada uno desde su rol a las inquietudes de los grupos.
Los grupos tienen un cupo máximo de 16 díadas.
Por lo dicho se desprende que mi tarea se corresponde con la atención primaria de salud.

Contexto 3.
Para realizar el...