Descomposicion De La Personalidad Psiquica


DESCOMPOSICIÓN DE LA PERSONALIDAD PSIQUICA
Desde el comienzo mismo se sostuvo que el ser humano enferma a raíz del conflicto entre las exigencias de la vida pulsional y la resistencia que dentro de él se eleva contra ellas, y en ningún momento SE HA olvidado a esa instancia que resiste, rechaza, reprime, a la que imaginábamos dotada de sus fuerzas particulares, las pulsiones yoicas, y quecoincidía justamente con el yo de la psicología popular.
Se puede decir que el yo es una instancia que observa y amenaza con castigos. El contenido del delirio de observación sugiere que el observar no es sino una preparación del enjuiciar y castigar, y así colegimos que otra función de esa instancia tiene que ser lo que llamamos nuestra conciencia moral. Esta conciencia moral tiene la función decontrolar al yo, cuando este quiere satisfacer una necesidad la conciencia moral le recuerda que no está permitido por la sociedad.
La conciencia moral es algo que no viene con nosotros, se va dando al pasar el tiempo y de acuerdo con el medio ambiente en el que vive en cambio la vida sexual esta siempre ahí desde que nacemos.
El papel que luego adopta el superyó es desempeñado primero por un poderexterno, la autoridad parental. La autoridad que tiene los padres sobre el niño otorgándole pruebas de amor y amenazándolo con castigos que atestiguan la pérdida de ese amor y no pueden menos que temerse por sí mismos. Luego más tarde cuando se aprende estas reglas en el lugar de la instancia parental aparece el superyó que ahora observa al yo, lo guía y lo amenaza, exactamente como antes lohicieron los padres con el niño.
El súper yo en un niño se origina en una manifestación de admiración hacia los padres, a quienes el niño atribuye la perfección. Se trata de una lucha por la perfección y un esfuerzo para vivir según las expectativas de los padres.
La resistencia sólo puede ser una exteriorización del yo que en su tiempo llevó a cabo la represión y ahora quiere mantenerla. Desde siemprelo hemos concebido así. Puesto que suponemos en el yo una instancia particular que subroga los reclamos de limitación y rechazo, el superyó, podemos afirmar que la represión es la obra de ese, superyó él mismo la lleva a cabo, o lo hace por encargo suyo el yo que le obedece. Entonces, si se da el caso de que en el análisis al paciente no le deviene consiente la resistencia, ello significa o bienque el superyó y el yo pueden trabajar de manera inconsciente en situaciones importantísimas, o bien lo cual sería aún más sustantivo que sectores de ambos, del yo y el superyó mismos, son inconscientes. Pero en cualquiera de esos dos casos tenemos que darnos por enterados de la desagradable intelección de que (súper) yo y consiente, por un lado, y reprimido e inconsciente, por el otro, en maneraalguna coinciden.

Podemos distinguir dos clases de inconsciente: una que con facilidad, en condiciones que se producen a menudo, se trasmuda en consiente, y otra en que esta trasposición es difícil, se produce sólo mediante un gasto considerable de labor, y aún es posible que no ocurra nunca. Para evitar la ambigüedad de saber si nos referimos a uno u otro inconsciente, si usamos la palabra enel sentido descriptivo o en el dinámico, recurrimos a un expediente simple, permitido. Llamamos «preconsciente» a lo inconsciente que es sólo latente y deviene consiente con tanta facilidad, y reservamos la designación «inconsciente» para lo otro.

Ahora tenemos tres términos: consiente, preconsciente e inconsciente, con los cuales podemos desempeñarnos en la descripción de los fenómenos anímicos,desde el punto de vista puramente descriptivo, también lo preconsciente es inconsciente, pero no lo designamos así excepto en una exposición laxa o cuando nos proponemos defender la existencia misma de procesos inconscientes en la vida anímica.

En lo sucesivo lo llamaremos «el ello» lo inconsciente. Este pronombre impersonal parece particularmente adecuado para expresar el principal carácter...