DESCUBRIENDO LA VISTA BIBLICA DE LAS MISIONES
LA VISTA BÍBLICA DE
LAS MISIONES
James G. Poitras
DESCUBRIENDO EL CORAZÓN DE LAS MISIONES
Confieso que las misiones siempre me conmueven. Después de veinte y tres años
de servicio misionero en África, lágrimas todavía corren en mis mejillas cuando oigo
canciones como “La Gente Necesita a Dios” (Steve Green). Un sentimiento de misión
todavía me inunda cuando veo marchar el desfile de las banderas misioneras durante
el servicio de misiones en nuestra conferencia general. Globos y mapas del mundo—
especialmente del continente africano— sirven como decoración interior en mi oficina;
significando, asimismo, la decoración interior de mi corazón. Estos constantemente me recuerdan de mi destino en la vida.
Confieso que todavía sigo siendo tocado por las imágenes y sonidos de las
misiones grabadas en los recuerdos de la vida. Considere la pequeña aldea de
Tumbudu, en Sierra Leone. Trescientas almas preciosas fueron quemadas vivas, en un
edificio, durante la guerra civil. Hoy día, la casa ha sido reconstruida. Algunos de los
residuos corporales carbonizados han sido guardados como un monumento. El año
pasado iniciamos una iglesia en esa aldea donde solamente había una iglesia Metodista;
sin embargo muchas mezquitas. Han sucedido testimonios de sanidades milagrosas y
conversiones. Más de cien creyentes se reúnen cada domingo para adorar al Único y
Verdadero Dios; el Dios de las misiones. Una dama camina cuatro millas, desde otra
aldea, para asistir a los servicios en Tumbudu. Ella es la única cristiana en su aldea.
Otro amigo, un iniciador de iglesia en Gambia, camina cuarenta y ocho millas, pasando
y preguntando por nueve aldeas: “¿Conoce usted a Jesús?” La respuesta a menudo es:
“No, yo no conozco a Jesús. ¿Es usted Jesús?” Esto me recuerda que la tarea de alcanzar a nuestro mundo no está terminada.
¡Es extraño! Cuando uno está profundamente atrincherado en misiones, rara vez
da consideración a las preguntas: ¿Qué tiene que decir Dios con respecto a las misiones?
¿Por qué las misiones? ¿Hay alguna teología bíblica sobre las misiones? ¿Dónde
empezaron las misiones?
Todos sabemos que el mandato divino para las misiones empezó con la Gran Comisión; ¿o no? Yo a menudo he presumido que, —al final de Su ministerio—Jesús
reveló Sus últimas palabras famosas estableciendo así el escenario para el evangelismo
mundial. “Y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados
en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén” (Lucas 24:47 LBLA). ¡Pero fui sorprendido! Esta no fue la primera vez que Dios dio énfasis de “todas las naciones”. La
verdad es, el escenario fue establecido, y el drama empezó mucho más antes que eso. Al
estudiar la teología bíblica de las misiones, he leído muchas páginas con el corazón en la
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garganta. Me dejó pasmado el descubrir que el viaje de las misiones empezó en el principio; en el Libro de Génesis. Mi pasión por las misiones—más específicamente por
la misión—ha sido reencendida. Déjeme explicar lo que ha revitalizado a mi visión. Mi
viaje empieza con un entendimiento de lo que significa la teología bíblica de las
misiones.
La Teología Bíblica de las Misiones
La base de la teología bíblica de las misiones concierne lo que Dios dice sobre las
misiones en toda Su Palabra. John Stott una vez dijo: “Nuestro mandato para la
evangelización mundial, por consiguiente, es la Biblia entera.” Mucha gente e iglesias
que aman las misiones esperan muy poco del Antiguo Testamento cuando se trata de
un Dios quien ama al mundo, y ha estado activamente envuelto en su redención
durante todo el tiempo. (McQuilkin 1999, 34‐35) John Bright nos informa ...
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