desde las sombras

Desde las sombras
Era octubre de 1976 faltaban solo dos días para celebrar el Halloween, Mayka, Julissa, Barbara, Feña, Milena, Carla, Paula y yo estábamos reunidas en casa de Daniela, intentando ponernos de acuerdo sobre que disfraz utilizar en la fiesta de la preparatoria que se daría a cabo el día sábado.
La tarde cayo lenta y el aire fresco soplaba moviendo las copas de los arboles,pareciera que la hora de las brujas se hacia presente sabiendo que aun faltaba un par de horas para ello. Adentro en la casa el ambiente estaba animado, por fin y después de tanta discusión llegamos a un acuerdo sobre los disfraces, aquella seria nuestra primera fiesta de Halloween en la preparatoria y queríamos lucir bien, originales y punto.
Salimos las ocho de la casa de Daniela, nos despedimos ynos dimos la vuelta, antes de partir mire de reojo a Danny no se porque en mi interior me recorrió un escalofrió, una impresión de que seria la ultima vez que la volvería a ver.
Llegue a casa. Fui incapaz de moverme hasta que se me despejó un poco la mente, entre con torpeza; tuve que apoyarme en el marco de la puerta. Escuche una risita, pero el sonido fue demasiado bajo para confirmar quefuera cierto. Mi madre me llamo desde la cocina. Me dirigí entonces donde ella y caí exhausta en una silla, entonces empecé a marearme de verdad. Me pregunte si, después de todo, no iba a entrar en estado de shock ¡Contrólate!, me dije.
El teléfono me sobresalto cuando sonó de repente. Levante el auricular de un tirón. Era Daniela, mi voz reflejaba sorpresa y alivio. Me comentaba que no podría ir acomprar el disfraz con nosotras ya que tendría que cuidar a los gemelos de su vecina y que su madre se haría cargo de ello. Le respondí que estaba bien el asunto y le agradecí por avisarme, platicamos un poco más y después de unos minutos me despedí.
Regrese a la silla mirando a mi madre quien me servía un plato con pasta de espagueti y puré de papa. Charlamos un poco, parecía preocupada cuandole comente el extraño sentimiento de vacío y temor que había sentido esta tarde. Me pregunte que aspecto tendría mi cara.
Termine mi cena y subí lentamente las escaleras mientras un profundo sopor me nublaba la mente. Me prepare para irme a la cama sin prestar atención a lo que hacia. No me percate de que estaba helada hasta que estuve en la ducha, con el agua—demasiado caliente—quemándome lapiel. Titirite violentamente durante varios minutos; después, el chorro de agua relajo mis músculos agarrotados. Luego sumamente cansada para moverme permanecí en la ducha hasta que se acabo el agua caliente.
Salí a trompicones y envolví mi cuerpo con una toalla y envolví mi cuerpo con una toalla en un intento de conservar el calor del agua para que no regresaran los violentos escalofríos.Rápidamente me puse la pijama. Me acurruque debajo de la colcha, hecha una pelota, abrazándome para conservar el calor. Me estremecí varias veces.
La cabeza me seguía dando vueltas, intentando reprimir algunas cosas. Al principio no tenía nada claro, pero cuando gradualmente me fui acercando al sueño me dejo de importar.
A la mañana siguiente resulto muy difícil discutir con esa sentimiento extrañoque había tenido la noche anterior. Ni la lógica ni el sentido común estaba de mi lado. Y especialmente me resulto difícil levantarme ya que al separarme de mis cálidas sabanas me recibiría un frio característico de la estación de otoño.
Me cambie a regañadientes, me puse mi uniforme color negro deportivo de invierno y baje las escaleras, descubrí que mama no estaba ya que había llevado a mihermano menor Charlie a la escuela. Era más tarde de lo que creía. Devore en tres bocados una barra de cereal acompañada con leche, que bebí directo del envase y salí a toda prisa.
Las clases transcurrieron normales incluso más rápido que de costumbre, al salir le avise a las chicas que Danny no nos podría acompañar. Caminamos hacia los centros departamentales cubiertos de un sinfín de adornos...