Desviación De La Sociedad

Todo es cuestión de traspasar los límites. Una vez que se ha cruzado la línea no hay vuelta atrás y sólo es cuestión de tiempo para que una vida menos sea parte de la vida cotidiana y se acumule enla estadística.

En una semana se ventilaron dos casos en dos puntos alejados del país que deberían levantar una alarma de lo que nos está sucediendo como sociedad y revisar hasta dónde ha llegado elgrado de insensibilidad con la que actuamos frente a eventos lamentables que llevan la muerte consigo.

Uno es el caso de un niño asesinado en medio de una sala de cine en la capital del país, poruna bala perdida que según la versión de las autoridades se coló de algún modo para acabar con la vida del menor. Algo insólito que de ser cierto pone una cosa por seguro: hay gente que está soltandodisparos, aunque sea al aire, con la suficiente frialdad que se necesita tan sólo para portar un arma.

El otro hecho sucedió en Durango, donde en la comunidad de Lerdo salió a la luz un video dondeun grupo de adolescentes somete con una soga a una perrita para acabar matándola a machetazos. Supuestamente porque un maestro de bachillerato les encargó llevar la matriz de un animal y para elloslo más fácil fue tomarla de uno vivo.

Si a estas alturas se cuestiona en qué parte de la cabeza de quien esto escribe puede caber, saltar y comparar lo que pareciera un abismo entre segar la vida deun cuadrúpedo y un niño, es precisamente porque el nivel de violencia alcanzado le ha puesto un valor a unas y hace menos otras.

No es la primera vez que trasciende el maltrato animal por gruposde jóvenes, que va desde la tortura hasta el asesinato, sin que por eso alguna autoridad en ninguna parte de la república haya tomado cartas en el asunto, tomándolo como travesuras y no como lo que es:el germen de un comportamiento que con facilidad no sólo mata, sino que lo hace de la forma más atroz.

Las evidencias, por desgracia, están a la vista en estos tiempos donde todo se graba y...