Dialnet RetoricaYDialectica 1704959

RETORICA Y DIALÉCTICA.
LA POLÉMICA ENTRE MARX Y PROUDHON
«En último análisis, la ciencia, igual que la
historia, nos dejan, como puntualizó Ortega y
Gasset, a la deriva: en posesión de un sober'
bio instrumental técnico para ir a cualquier parte
pero sin lugar a dónde ir.»
(A. COBBAN : The Decline oj Political Theory.)

La política tiene como sujeto la opinión; por lo tanto depende de ella yr
encuanto discusión entre hombres libres acerca de los fines colectivos y sólo
secundariamente sobre los medios, es retórica. Puesto que el fin abstracto de
la política es construir la morada o espacio ético en que los hombres vivan
humanamente, el r¡8oct el cual no consiste en una obra estrictamente física,
los griegos llamaban a sus héroes, desde los tiempos de Hornero, oradores.
Estos han sido elpueblo más político que haya existido jamás y por eso son
los iniciadores de la tradición humanista; la política era concebida por ellos
con el arte de humanizar la vida humana. Y como lo humanó se distingue
por la propiedad de la palabra o lo'-foq, el hombre que sobresale por su es^
fuerzo y realiza una obra o lleva a cabo una acción en que se exaltan o
perfeccionan las cualidades humanas, mereceser llamado orador, hombre del
agora («YopYjTrjq).
De ahí él poder extraordinario que le reconocieron a la retórica, una suerte
de discurso con Xó-fo?, destinado a concitar las voluntades humanas para la
acción común. Mientras el héroe es un actor individual, ese mismo héroe lo
es máximamente si sabe mover para un esfuerzo común las voluntades de
todos; por eso la palabra orador (pT/TVjp,profesionalmente desde el siglo V
p^Tcop) es el superlativo de héroe.
La retórica es, pues, un saber destinado a formar hombres políticos, hé'
roes máximos, una suerte de lógica de la voluntad de los hacedores de palabras
(Xóyo-o'.oí). Hállase, en fin, tan ligada a la democracia —a la libertad de discusión— que se consideraba democrático aquel régimen en el cual consti'
tuía una realidad la «igualadaddel derecho al uso de la palabra» (íarjfopía).
En el mundo contemporáneo el advenimiento de ia democracia coincide con
la extensión de ese derecho. Pero en lugar de la retórica de las «bellas pala'
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DALMACIO NEGRO

bras» se pone la pretensión de que el discurso público se construye científicamente. Una vía media, que pretende ser a la vez retórica y científica es
la dialéctica (SiaXsxnxr¡). Aeste respecto la discusión, en realidad monólogo,
entre Marx y Proudhon, resulta significativa. La acción política mediante la
dialéctica puede ser sustituida por la acción científica.

i.

RETÓRICA Y POLÍTICA

La palabra retórica, pvjToptKYj, comparte la misma raíz que la palabra
o virtud, que en su origen significa aquello que hace que cada cosa
sea lo que es y que, luego, aplicada exclusivamenteal hombre individual,
es lo que le caracteriza como humano. Subsiste, sin embargo, el recuerdo
semántico de que la virtud es siempre, primariamente política o pública, y sólo
secundariamente una propiedad individual, pues tiene también raíz común
con áfopá, asamblea del pueblo, agora. Hegel, Tocqueville, Comte, etc., casi
todos los grandes pensadores políticos de la primera mitad del siglo Xtx,recuerdan aún este uso —que no connota, en cambio, la palabra «papel»—,
movidos quizá por los ejemplos de Maquiavelo y de Montesquieu.
Aunque la virtud se funda en disposiciones naturales, mediante la p7)ToptK7]
es posible mover racionalmente, mediante el empleo de «bellas palabras»
(yjSuexifji;) como decía Hornero, la voluntad y, por lo tanto, predisponer o
educar en sentido comunitario en el legislador.
El pedagogo comunitario o político, mediante sus palabras públicas o discursos políticos, sobre la rcóX.tc, suscita las creencias comunitarias que dan sentido a las acciones individuales. Pero esa TÍÍOTIQ O creencia que constituye ciertamente el fin de todo saber...

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