Dios tiene el control
El famoso escritor y premio Nobel de la Paz Elie Wiesel, quien fue deportado con su familia por los nazis a Auschwitz cuando tenía tan sólo 15 años, en su libro Night describe una escena del horror de aquel campo de concentración y lanza una pregunta que bien podría ser la síntesis de todas laspreguntas de la humanidad.
“No lejos de nosotros, de un foso subían llamas gigantescas. Estaban quemando algo. Un camión se acercó al foso y descargó su carga: ¡eran niños! Si, lo vi con mis propios ojos. No podía creerlo. Tenía que ser una pesadilla. Me mordí los labios para comprobar que estaba vivo y despierto. ¿Cómo era posible que se quemara a hombres, a niños, y que el mundo callara? No podía ser verdad… Jamás olvidaré esa humareda y esas caras de los niños que vi convertirse en humo. Jamás olvidaré esos instantes que asesinaron a mi Dios y a mi alma, y que dieron a mis sueños el rostro del desierto. Jamás olvidaré ese silencio nocturno que me quitó para siempre las ganas de vivir”.
En otra página de su libro, el autor, cuando relata otras escenas horrendas deAuschwitz, hace suya la pregunta de un hombre que ante la tragedia solía repetir: “¿Dónde está Dios ahora?”1
¿Qué sentido tiene el dolor en la vida? ¿Por qué Dios permite el sufrimiento?
La existencia del sufrimiento, el mal y las desgracias en la tierra ponen en duda la existencia de un Dios que vela por nuestra felicidad. Es el principal obstáculo para la fe y el argumento más importante enfavor del ateísmo. Porque si Dios es todopoderoso y bueno, podría impedir el mal y las desgracias del mundo. Si no quiere hacerlo, entonces no es tan bueno. Y si no puede, entonces no es todopoderoso. Este razonamiento, que expresara el filósofo griego Epicuro (341 a.C. a 270 a.C.), ha recorrido toda la historia del pensamiento, tanto filosófico como religioso.
La visión farisaicaQuince siglos antes de Cristo, los amigos de Job expresaron la idea de que el sufrimiento es evidencia de la maldad del sufriente; inversamente, el éxito es evidencia del favor divino que responde a la bondad humana. Ante el dolor del patriarca por la pérdida de todos los miembros de su familia y de todas sus pertenencias, Zofar, su amigo, le dice: “Mas ¡oh, quién diera que Dios hablara…conocerías entonces que Dios te ha castigado menos de lo que tu iniquidad merece!” (Job 11:5, 6). Este pensamiento se filtra desde los púlpitos a la mente de millones de creyentes. Cuando algo malo nos sucede, cuando padecemos dolor, solemos preguntarnos: “¿Qué hice para merecer esto?”.
Maria, creyente de toda su vida, buscaba en su conciencia la razón de la enfermedad que la habíapostrado inmóvil durante años en una cama. Solía decir: “Le ruego a Dios que me muestre qué mal he hecho, para arrepentirme y que él me cure de esta enfermedad”. La idea de que el sufrimiento es evidencia de un pecado, le sumaba culpa a su dolor inevitable.
También los discípulos de Jesús trataron de explicar la ceguera congénita de un hombre basados en la misma idea: “¿Quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?” (S. Juan 9:2).
Las palabras de los discípulos eran una expresión de la respuesta del judaísmo tradicional a la cuestión del dolor: El sufrimiento era evidencia de la maldad de esa persona, así como el éxito era muestra del favor divino. Podía ser que se tratara de una persona tan perversa que la eternidad no alcanzaría para castigar su maldad,entonces Dios comenzaba a ajustar las cuentas en vida. O simplemente Dios estaba haciéndole purgar temporariamente alguna culpa pasada. Luego se le recompensarían los méritos de sus buenas acciones. El mismo razonamiento se aplicaba a la persona a quien la vida le sonreía: Su moral era tan perfecta que Dios le estaba adelantando las bendiciones del cielo, o, en caso de que la persona fuera...
Regístrate para leer el documento completo.