discurso
Hoy quierosaludar a todos aquellos que hay elegido la escuela como su vocación y modo de vida, porque se docente hoy es jugarse por un futuro mejor, aportar un granito de arena para que el mundo y la sociedad enque vivimos sean un poco mejores cada día. Ser educador hoy es portar una tarea de amor: dar a los alumnos con la luz del conocimiento es el mejor regalo que les podemos hacer, y con que uno decada grupo que manejamos reciba el mensaje, haga germinar la semilla que sembramos en él, mantenemos la esperanza de que algo podrá cambiar en nuestro mundo.
Les regalo esta reflexión, a los queson maestros con título, pero que sobre todo son maestros de alma, algo que ningún diploma certifica. No es un discurso del día del maestro ni una carta para los maestros, es un simple cuento,pero lo encontré sumamente lindo, porque a cualquiera de nosotros nos podría pasar. Sirve para reflexionar sobre nuestra labor diaria, para regalarlo a los colegas amigos… y nos ayuda a no perderlas ganas y a seguir adelante con la misma pasión que hasta ahora.
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Virtudes Choique
Había una vez una escuela en medio de las montañas. Los chicos que iban a aquel lugar a estudiar,llegaban a caballo, en burro, en mula y en patas.
Como suele suceder en estas escuelitas perdidas, el lugar tenía una sola maestra- una solita, que amasaba el pan, trabajaba una quintita,hacía sonar la campana y también hacía la limpieza.
Me olvidaba: la maestra de aquella escuela se llamaba Virtudes Choique. Era una morocha más linda que el 25 de Mayo. Y me olvidaba de otra
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