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 Tema: ECOLOGÍA
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LA CONCIENCIA ECOLÓGICA
La década de los ochenta del pasado siglo se recordará como la de la irresistible ascensión de la conciencia ecológica, sobre todo en los países desarrollados. Las voces ecologistas quese dejaron oír a finales de los años sesenta y comienzos de los setenta en Europa y en Norteamérica a favor de un entorno más limpio y de una mejor cali­dad de vida, encontraron serias dificultades para que se escuchara su mensaje. Pero la mayoría de los expertos consideran a la gran crisis económica que provocó a principios de los setenta un modelo energé­tico demasiado dependiente del petróleocomo el factor clave que abrió la conciencia del mundo entero a los postulados ecologistas. Hoy esas ideas han calado en la opinión pública mundial.
Aquellas voces dispersas fueron integrándose paulatinamente hasta convertirse en poderosas organizaciones no gubernamentales, como Greenpeace, la Unión Internacional para la Conservación de la Natu­raleza (UICN) o en influyentes partidos verdes.El triunfo electoral de los verdes alemanes, en 1983, fue el que provocó que el debate sobre la participación política del movimiento ecologista y pacifista se inaugu­rara formalmente. En España, el movimiento ecologista logró perfilar su estrategia mediante el Manifiesto de Daimiel. El activismo ecológico se inició en julio de 1978, cuando naturalistas y pacifistas se congrega­ron en lalocalidad realense para firmar un documento que unió los intereses de los defensores de la naturaleza con los opositores al des­pliegue de armamento químico y nuclear de la guerra fría. El mani­fiesto definió el ecologismo como "un movimiento socioeconómico basado en la idea de armonía de la especie humana con su medio, que lucha por una vida lúdica, creativa, igualitaria, pluralista y libre deex­plotación".
En este proceso también fueron trascendentes las opiniones de numerosos científicos que apoyaron con el rigor de los datos muchas tesis ecologistas.
La Conferencia Mundial sobre el Medio Ambiente Humano, orga­nizada en 1972 por las Naciones Unidas en Estocolmo, supuso el inicio de un amplio debate social y político sobre el derecho de la humanidad a contar con un medioambiente sano. El éxito de esta conferencia in­dujo la creación inmediata del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). En estos momentos, programas auspicia­dos por este organismo se ocupan de estudiar, entre otros, dos preocupantes fenómenos: el posible cambio climático y el calentamien­to global del planeta, provocado por el llamado efecto invernadero. Los expertos aseguran quela acción de gases como el dióxido de carbono, el dióxido de azufre, los óxidos de nitrógeno, los clorofluorocarbonos o el metano, emanados por la industria y otras actividades humanas, están convirtiendo a este planeta en una casa poco confortable.
Este fenómeno, unido a la deforestación - se han destruido ya no menos de 11 millones de hectáreas de bosque tropical —, puede reper­cutir en unaumento de la temperatura global por encima incluso de cuatro grados centígrados en los próximos 60 años. De proseguir esta pauta de calentamiento, se produciría un deshielo de los casquetes polares y se anegarían amplias zonas de la Tierra. Muchos islotes y áreas costeras desaparecerían bajo las aguas y la población mundial se resentiría. Las migraciones aumentarían, agravándose la insana situa­ciónen las áreas superpobladas.
La población mundial, que ya supera 5.000 millones, puede llegar a duplicarse en el año 2025. Esta es una de las mayores amenazas para la vida en el planeta, y no está siendo analizada con la rigurosidad que merece.
Los bosques desaparecen además a causa de la lluvia acida, y los lagos y ríos de numerosos países se mueren por la acción de los verti­dos...