Doctor
Páginas: 29 (7160 palabras)
Publicado: 9 de febrero de 2013
|UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA |
|Centro de Estudios del Desarrollo (CENDES) |
|Doctorado en Estudios del Desarrollo |
|Enfoques del Desarrollo II |
LA DIMENSIÓN OLVIDADA DELDESARROLLO
Luis A. Navas
Caracas, Marzo 2001
CONTENIDO
| |Pág |
|Introducción |3|
|¿ Crisis del modelo ? |4 |
|Lo ausente en el ‘desarrollo ausente’ |8 |
|Lo ético: la dimensión olvidada|11 |
|¿ Hacia dónde ? |14 |
|Conclusión |16 |
|Bibliografía|17 |
INTRODUCCION
En los últimos años, y especialmente a partir de los inicios de la década de los ochenta, las teorías, modelos y enfoques del desarrollo han privilegiado perspectivas de corte economicista, influenciando, como es obvio, la valoración de aquellos aspectos y componentes considerados esenciales al procesomismo del desarrollo. Así, con frecuencia, otras dimensiones – lo institucional, lo ético y lo cultural – han sido relegadas a un segundo plano y, no pocas veces, colocadas al margen del camino por el cual se debería avanzar para alcanzar la meta insoslayable del crecimiento económico.
Cuando se evalúan tales dimensiones desde una perspectiva rentista, o se pretende calcular las tasas deretorno de cierto tipo de inversión (social), esta problemática, que margina lo no productivo y lo no medible, con los instrumentos propios de la ortodoxia económica, se hace más crítica. En el ámbito de las políticas públicas, pareciera que en la formulación del presupuesto, cuando se privilegia sólo la rentabilidad como criterio de evaluación, subyace la creencia, no explícita, de que invertiren el fortalecimiento institucional, en la modernización del sistema político y en la promoción cultural representa un consumo importante de recursos financieros sin posibilidad de retorno, y fundamentalmente, sin posibilidad de medición, y por lo tanto, la gestión de los mismos carece de confiabilidad.
Del otro lado, desde el ámbito de la cultura, se producen también actitudes y accionesque manifiestan aislamiento y autoexclusión. No se observa acciones que faciliten la articulación de la acción cultural con programas sociales y económicos. El resultado es obvio: la brecha cada vez más evidenciada entre cultura y desarrollo.
Este desfase entre lo ético-cultural y lo económico-productivo no hace sino desvirtuar la naturaleza y el carácter mismo del desarrollo y de la cultura.Lejos de fortalecer, trae consigo efectos perversos en ambas direcciones. Por una parte, al considerarse la cultura como aspecto secundario y de “puro gasto”, se compromete el quehacer cultural al debilitar las condiciones económicas que la posibilitan; por otra, tiene un gran costo de oportunidad, ya que no se emplean los posibles aportes de la cultura a los procesos de desarrollo.
Esto evidencia...
|Centro de Estudios del Desarrollo (CENDES) |
|Doctorado en Estudios del Desarrollo |
|Enfoques del Desarrollo II |
LA DIMENSIÓN OLVIDADA DELDESARROLLO
Luis A. Navas
Caracas, Marzo 2001
CONTENIDO
| |Pág |
|Introducción |3|
|¿ Crisis del modelo ? |4 |
|Lo ausente en el ‘desarrollo ausente’ |8 |
|Lo ético: la dimensión olvidada|11 |
|¿ Hacia dónde ? |14 |
|Conclusión |16 |
|Bibliografía|17 |
INTRODUCCION
En los últimos años, y especialmente a partir de los inicios de la década de los ochenta, las teorías, modelos y enfoques del desarrollo han privilegiado perspectivas de corte economicista, influenciando, como es obvio, la valoración de aquellos aspectos y componentes considerados esenciales al procesomismo del desarrollo. Así, con frecuencia, otras dimensiones – lo institucional, lo ético y lo cultural – han sido relegadas a un segundo plano y, no pocas veces, colocadas al margen del camino por el cual se debería avanzar para alcanzar la meta insoslayable del crecimiento económico.
Cuando se evalúan tales dimensiones desde una perspectiva rentista, o se pretende calcular las tasas deretorno de cierto tipo de inversión (social), esta problemática, que margina lo no productivo y lo no medible, con los instrumentos propios de la ortodoxia económica, se hace más crítica. En el ámbito de las políticas públicas, pareciera que en la formulación del presupuesto, cuando se privilegia sólo la rentabilidad como criterio de evaluación, subyace la creencia, no explícita, de que invertiren el fortalecimiento institucional, en la modernización del sistema político y en la promoción cultural representa un consumo importante de recursos financieros sin posibilidad de retorno, y fundamentalmente, sin posibilidad de medición, y por lo tanto, la gestión de los mismos carece de confiabilidad.
Del otro lado, desde el ámbito de la cultura, se producen también actitudes y accionesque manifiestan aislamiento y autoexclusión. No se observa acciones que faciliten la articulación de la acción cultural con programas sociales y económicos. El resultado es obvio: la brecha cada vez más evidenciada entre cultura y desarrollo.
Este desfase entre lo ético-cultural y lo económico-productivo no hace sino desvirtuar la naturaleza y el carácter mismo del desarrollo y de la cultura.Lejos de fortalecer, trae consigo efectos perversos en ambas direcciones. Por una parte, al considerarse la cultura como aspecto secundario y de “puro gasto”, se compromete el quehacer cultural al debilitar las condiciones económicas que la posibilitan; por otra, tiene un gran costo de oportunidad, ya que no se emplean los posibles aportes de la cultura a los procesos de desarrollo.
Esto evidencia...
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