Documento Sin T Tulo
José Gervasio Artigas nació en Montevideo el 19 de junio de 1764. Fueron sus padres Don Martín José
Artigas y Doña Francisca Antonia Arnal. Su abuelo paterno, Juan Antonio, figuró entre los primeros
pobladores de Montevideo. Después de estudiar en el colegio franciscano de San Bernardino, se dedicó a
las tareas rurales en las estancias de su padre. Años más tarde comenzó a ganarse la vida comprando
cueros en la campaña para venderlos a los exportadores de Montevideo. En 1791 nació su primer hijo,
Manuel, fruto de su unión con Isabel Sánchez.
Primeras armas
En 1797 ingresó como soldado de caballería en el regimiento de Blandengues, creado para combatir el
robo de ganado, el contrabando en la Banda Oriental, y proteger la frontera con el Brasil. En 1805, siendo
ya oficial del Cuerpo, debió retirarse del ejército por razones de salud y se casó con su prima Rafaela
Villagrán. Con ella tendrá tres hijos: José María, Francisca y Petronila. Pero lamentablemente, las dos niñas
morirán a los pocos meses de su nacimiento, lo que deprimió tanto a Rafaela que terminó por enloquecer.
Artigas debió retornar al servicio activo y en 1806, durante las invasiones inglesas participó en la
reconquista de Buenos Aires y en la defensa de Montevideo a las órdenes de Liniers.
Comienza la rebelión
En febrero de 1811, el Gobernador español de Montevideo, Javier de Elío, nombrado ahora Virrey del Río
de la Plata, le declaró la guerra a la Junta revolucionaria creada en Buenos Aires en mayo de 1810. El
entonces capitán Artigas desertó de la guarnición de Colonia y se puso a disposición del gobierno porteño,
que le dio el grado de teniente coronel, 150 hombres y 200 pesos para iniciar el levantamiento de la Banda
Oriental contra el poder español. El 28 de febrero de 1811, dos campesinos, Pedro José Viera y Venancio
Benavídez, con el apoyo del sublevado comandante militar de la región, Ramón Fernández, daban en
Asencio (Soriano) el grito de libertad del pueblo oriental y se disponían a luchar junto a Artigas.
Del triunfo a la decepción
Artigas fue reclutando un verdadero ejército popular formado por los gauchos orientales, empobrecidos por
la administración de Elío. Repartió entre sus paisanos las tierras y los ganados que les iba tomando a los
españoles. Con estas fuerzas, el 18 de mayo de 1811 derrotó a los realistas en el combate de Las Piedras
y, puso sitio a Montevideo hasta que, sorpresivamente y sin consultarlo, el Primer Triunvirato firmó el 20 de octubre un armisticio con Elío por el cual se comprometía a retirar las tropas patriotas.
El éxodo del pueblo oriental
Disgustado con este desenlace, seguido por sus milicianos y la mayoría de la población oriental, Artigas se
retiró hacia Entre Ríos para reorganizar la lucha. De todos lados llegaban familias huyendo de la
persecución española a colocarse bajo su protección y a ofrecerse para luchar contra los españoles y los portugueses, que habían comenzado a penetrar desde el norte de la Banda Oriental por pedido de Elío. Mil
carretas y unas 16 mil personas (hombres, mujeres y niños) con sus pocos ganados y pertenencias,
cruzaron el río Uruguay y se instalaron en Ayui, cerca de la actual Concordia (Entre Ríos) preparados para
continuar la lucha. Era el famoso éxodo del pueblo oriental. Pero el Primer Triunvirato envió a Manuel de
Sarratea para reemplazar a Artigas en el mando de las tropas orientales. Sólo cuando a fines de 1812, tras
la caída del Primer Triunvirato, Sarratea fue reemplazado por Rondeau, y se le devolvió su mando a
Artigas, los orientales aceptaron unirse a las tropas porteñas para sitiar Montevideo. ...
Regístrate para leer el documento completo.