Dominación política: moldear a la opinión pública
México 2009
Por Baltasar Hernández Gómez
Dejando a un lado la pared mediática que intenta desprender los valores humanos, culturales, analíticos y democráticos de la sociedad, la desaparición de la compañía Luz y Fuerza del Centro (LyF) es tan sólo una más de las “perlas” que tiene el collar de dominación política delEstado mexicano. El decreto que da caput a dicha paraestatal pone al descubierto los métodos y tácticas que son utilizados para preservar el Poder a través de la fuerza legal-represiva. Atrás del despido de más de cuarenta mil trabajadores (agremiados en su mayoría al Sindicato Mexicano de Electricistas [SME]) no está la preocupación de eficientar la productividad en la generación, distribución ycontrol de la energía eléctrica o ahorrar recursos por las prestaciones sindicalistas, porque el objetivo de la clase dominante -en lo político y económico- es la desaparición del sindicalismo estorboso, a efecto de volver a poner en marcha las exigencias globalizadoras para desincorporar las empresas públicas que todavía están a cargo de los gobiernos de países periféricos.
En este sentido lasformas y el contenido de la hegemonía política no han permanecido estáticas, pues ya no se requieren de movilizaciones gorilescas para desalojar instalaciones, dividir organismos y quitar del medio a hombres y mujeres non gratos para los planes Estatales. Hoy, solamente basta construir una plataforma comunicacional que trastorne la percepción pública, a fin de modificar pensamientos, creencias,actitudes y prácticas sociales con arreglo a fines. Si el consenso no deriva de razonamientos, luego entonces se impone la máxima "los buenos somos nosotros y los malos todos los otros que atenten contra las costumbres neoliberales de la modernidad”. Los medios masivos de comunicación son los instrumentos para el apuntalamiento de nuevas realidades e imaginarios colectivos y sirven para dar validez alas hogueras que se prenden -en circunstancias especiales- para quemar a los enemigos de la Patria.
Millones de personas que tienen como marco referencial la televisión, radio y alguno que otro periódico de fácil digestión mental captarán los mensajes políticos y económicos, teniendo como mediación las consignas de la clase dominante. La opinión pública es convertida en paradigma universal parala imposición de medidas que, de otra forma, sería imposible alcanzar. Después de meses y meses de discusión en petit comité el gobierno calderonista decidió maniobrar para dar fin a LyF y su sindicato, para así sentar las bases de una futura reestructuración, venta o concesión a particulares. De golpe y porrazo dicha empresa y sus trabajadores son ineficientes, bandoleros y sanguijuelas delpresupuesto nacional. Mi planteamiento no es defender, ni por lo más ni por lo menos al SME ni a sus líderes, sino poner los puntos sobre las íes en las directrices cada vez más conservadoras de los gobiernos mexicanos, que tienen como prioridad la conservación de la ganancia y el control social. Lo que menos importa son los mexicanos que se encuentran viviendo en condiciones de pobreza y pobrezaextrema.
Los trabajadores de la extinta paraestatal y todos los demás que todavía no han sido tocados por la égida neoliberal representan los objetivos de misiles políticos que aspiran a tener un modelo económico sustentado sobre empleados temporales y sin organizaciones que los resguarden. No hay discusión abierta, análisis o crítica para decidir el rumbo nacional y mucho menos sobre la infameineficacia de los directivos impuestos por las administraciones federales a lo largo de 35 años de funcionamiento de LyF. El enemigo común construido por el Estado debe ser exterminado de manera legaloide, teniendo como soporte la ideología de que la clase obrera organizada ya no cabe en el juego del mercado globalizado, que de manera permanente contrata a jóvenes y adultos menores de 40 años sin...
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