Don Quijote, Trovador Y Cortesano

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HUMANISMO

Y PERVIVENCIA DEL

MUNDO CLÁSICO, IV.1 (2008), 1-20

Don Quijote: trovador y cortesano. La transmisión musical de Ariosto en un texto cervantino
Juan José Pastor Comín Universidad de Castilla-La Mancha

I. Don Quijote, trovador y cortesano humanista En el inicio del episodio que tiene lugar en Sierra Morena, Don Quijoteencuentra un “librillo de memoria” en cuyas páginas se encuentra el borrador de un soneto. Tras su lectura en voz alta ante un Sancho más ocupado por los escudos de oro recién hallados que por escuchar al caballero, se sucede una breve conversación diestramente llevada sobre “hilos”, “filis”, “ovillos” y “trovas” y cuando el escudero pregunta a su señor si entre sus saberes se encuentra ladestreza de los trovadores,1 el hidalgo responde:
—Y más de lo que tú piensas —respondió don Quijote—, y veráslo cuando lleves una carta, escrita en verso de arriba abajo, a mi señora Dulcinea del Toboso. Porque quiero que sepas, Sancho, que todos o los más caballeros andantes de la
Tal y como indica Moreno, «Gran honor considera don Quijote el ser músico, ya que así quiere que lo sean los Caballerosque, como él mismo, por medio de la fuerza de su abrazo y el vigor de su razón, imponen la justicia por el mudo» (1986:41). Para Istel, «as a Tristan enchanted his Isolde by the magic strains of the harp, as Amadis of Gaul, Don Olivante and Belianis of Greece sought to win the favour of their fair ones with sundry musical instruments, so Don Quixote, the true counterfeit, or rather, the caricatureof noble knighthood, who endeavoured to imitate his great prototype down to the least detail, had likewise to invoke the aid of music and raise his raucous voice at the propitious hour» (1927:434). Mantecón ve en la poesía trovadoresca la unión entre música y palabra que, a su juicio –bastante equivocado como tendremos oportunidad de demostrar en nuestro trabajo– Cervantes ignora: «Que parara tanpoca antención a la música sabia y a su técnica, achaque es que les viene a los poetas desde que se rompió la unidad de poeta-músico que representó el arte trovadoresco, de Minnesinger o el burgués de los Meistersinger […]» (1948:213).
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edad pasada eran grandes trovadores y grandes músicos que estas doshabilidades, o gracias, por mejor decir, son anexas a los enamorados andantes. Verdad es que las coplas de los pasados caballeros tienen más de espíritu que de primor (Don Quijote, I, XXIII, p. 253).

Don Quijote inscribe su voz en un universo poético-musical concebido por los estudios literarios como exclusivo, cuya influencia en el ámbito social es aparentemente nula y, en consecuencia, ha decomprenderse como uno más de los espacios de marginalidad habitados por nuestro caballero andante.2 Esta referencia sitúa al personaje en un momento anómalo dentro de la propia historia literaria: Cervantes nos remite a un tiempo y a un espacio en el que se dio un singular florecimiento de la actividad creadora a través tanto de una mixtura de estímulos como de una combinación de procedimientosexpresivos (Reckert, 1982:447-459). La ficción caballeresca, pues, que ha de gestarse entre los años 1050 y 1300 refleja muy bien la importancia clave de la música en la revolución social e intelectual que guió esta segunda edad feudal.3 Los cantares de gesta profundizan en la intimidad y privacidad del caballero como reflejo de la nueva estabilidad y seguridad que a finales del siglo XI alcanza lacristiandad frente a sus enemigos. El caballero debe luchar y defender su fe,4 pero también debe saber cómo dirigirse a su dama e incluso debe saber de requiebros en un instrumento si así se lo requieren. La defensa apasionada del honor y el ardor por la experiencia erótico-amatoria se transforman en un único impulso indistinguible que encontrará en la expresión musical dentro de los muros del...