Educación cívica y construcción democrática en el actual contexto político mexicano*
* Gutiérrez Espíndola, José Luis, «Educación cívica y construcción democrática en el actual contexto mexicano», en Memorias del Foro Nacional La investigación educativay el conocimiento sobre los alumnos, Juan Eliézer de los Santos (comp.), Universidad de Colima, México, 2000. pp. 118-136. E
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base de su diseño institucional y de su dinámica. En otras palabras, sin participación ciudadana, la democracia se vacía de sentido. Ahora bien, la participación ciudadana que requiere la democracia no es cualquier tipo de participación, sino una con determinadascaracterísticas, atributos y funciones. Pero vayamos por partes: ¿cuáles son las funciones de la participación ciudadana en la democracia? En principio dos: sirve para integrar los órganos de gobierno y sirve para que la propia ciudadanía influya en los procesos de decisión de esos mismos órganos. Esto es, elegimos gobernantes que por ser autoridades democráticamente electas deben estar sometidas alescrutinio público, obligadas a la rendición de cuentas de su gestión a los gobernados, y abiertas a escuchar y ponderar sus opiniones y propuestas. Para decirlo con palabras de un estudioso de la materia: "La participación es indispensable para integrar la representación de las sociedades democráticas a través de los votos, pero una vez constituidos los órganos de gobierno, la participación seconvierte en el medio privilegiado de la llamada sociedad civil para hacerse presente en la toma de decisiones políticas".1 Dicho esto, preguntémonos ahora por las características y atributos de que debe estar revestida esa participación. Si se acepta la definición de la participación democrática como el conjunto de "aquellas actividades legales emprendidas por ciudadanos que están directamenteencaminadas a influir en la selección de los gobernantes y/o en las acciones tomadas por ellos"2 se pueden inferir cinco atributos fundamentales: 1. Debe ser una participación ceñida y respetuosa del marco legal vigente. El Estado de derecho no puede verse quebrantado sin poner en riesgo a la propia democracia. Y aquí conviene recordar la expresión de John F. Kennedy, quien certeramente afirmó que "en unademocracia los ciudadanos son libres de no estar de acuerdo con la ley, pero no de desobedecerla, porque en un gobierno de leyes, y no de hombres, nadie, por muy prominente o poderoso, y ningún motín callejero, por más violento o exaltado, tiene derecho a desafiarlas."3 En suma, ha de ser una participación apegada a la le-galidad en la medida en que se conduce por los cauces prescritos por la...
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