El Alegre Manantial

EL ALEGRE MANANTIAL

Por Duilio y Duilio.

Un cuento de la realidad

Hubo un tiempo en que los ríos eran claros y saludables, el zumbar de sus torrentes hablaba al corazón con claridad de aguas cristalinas; aún recuerdo que uno podía acercarse a ellos y escuchar sus dulces murmullos como el retozar de la brisa entre las palmas del bosque ribereño, y beber de ellos sin temor ni asco.Entre muchos, había uno que era alegre y jovial, ¡era un riachuelo montañés! Uno que alegre jugueteaba entre las rocas. Era un pequeño río adolescente; sus límpidas corrientes bañaban de agreste líquido los campos y praderas, desplegados en verdes territorios del selvático mundo meridional.

Pero el río no sólo era un flujo de aguas por tortuosas cavidades; era un río que producía susmismas aguas; era el borbotar de líquido prístino, que baña de alegría las bravas tierras de Bolívar. ¡Él era entre las rocas y barrancos un alegre manantial! Su elemento traslúcido y vibrátil nunca cesaba en recorrer los serpentinos recovecos de las rocas, su frescura empapaba de elemental líquido las gruesas raíces que salían en busca de sus aguas. Su carácter alegre le daba un porte de esteromontañés. Eran aguas frescas, puras y silvestres.

En la ensenada de la dura roca, sus aguas se arremolinaban, su cantar cual murmullo de amor, al alma solazaba. Parecía un espejo blando con un suave movimiento. ¡Era un manantial feliz! Muy cerca de él, allí a su alrededor, crecían hermosas plantas: altas palmeras, y muchas flores coloridas. Este era el lugar lindo y atractivo quebuscó el soñador. Allí se acercaban animales y toda clase de aves que bebían sus aguas frescas; bellos pajarillos de colores relucientes, chapuceando y jugueteando con las aguas cristalinas. También los niños se bañaban, y gritando de alegría se divertían. El limpio chorro se sentía feliz, y ofrecía gustoso sus aguas de cristal. ¡Era el ambiente natural en su más pura esencia¡

Él sesentía feliz, porque daba vida y atractivo a los niños. Todo era paz, alegría y tranquilidad… aún las nubes esponjosas bajaban deseosas hasta allí, y empapaban sus cuerpos de algodón, con agua fría y cristalina que obtenían gratuitamente del alegre manantial. Los días soleados refrescaban su calor en el paraje; y así creía el incauto río, que la dicha duraría… ¡hasta que llegó el terrible día!¡Eran seres muy extraños los que se acercaron¡ Eran seres inescrupulosos… algunos con las manos sucias y descuidadas, ¡venían de un lugar lejano! Acamparon junto a las aguas; por algún tiempo ellos disfrutaron de su candidez; pero no tenían conciencia. Cortaron árboles, tomaron leña, y encendieron fuegos por doquier; el río se puso triste y preocupado… algo malo ocurría. ¡Era la ausencia deuna conciencia ecológica¡

La basura y toda clase de desperdicios llenaron las riberas, el ambiente se hizo pestilente, chorros de aguas negras y muchos desperdicios cayeron a las aguas transparentes; el fuego también hizo su parte… las fogatas incendiaron, el paisaje, todo aquel ambiente se secó. Muchas hojas se secaron; y otras tantas estaban chamuscadas. Ya no se oía el cantoalborozado de las aves, el turpial se fue de allí; y la risa alegre de los niños poco a poco se acabó. La apacible brisa se tornó en bochorno, los trinares y jolgorios fueron sustituidos por los ruidos ¡Eran sonidos sin alma! Sin definición natural sin agudos definidos y sin graves armoniosos, mucho ruido pero no eran de la naturaleza… eran de una civilización llamada “contemporánea”, todo aquello selicuaba en el ambiente y aturdía el corazón de los riachuelos.

Poco a poco el ambiente se enrarecía, el calor se adueñaba de la brisa, y ésta erosionaba la piel de las montañas. Fue una cosa tras la otra, ya no se veía el amplio espectro de colores, y así llegó el momento en que el paisaje estaba desolado. El manantial que antes se sentía feliz, hoy estaba triste y deprimido…...