El amor en tiempos patéticos

El amor en tiempos patéticos.
(…) un amor.
Dos minutos después…
-Ingrid, decime algo.
-Siempre fuiste muy bueno para darte cuenta solo de tus propios avances, seguí yendo un poco más profundo y vas a…
-No te pago para que me veas llorando como un idiota ahí callada, para eso me siento a llorar en la parada del colectivo.
Mi psicóloga siempre aprovechaba mi capacidad analítica para nodecir nada durante una hora, probablemente estaba bien, pero ahora necesito un consejo, por más errado que sea.
Ese fue el último de los silencios que le iba a permitir a esa mujer, y en ese mismo momento, me di cuenta que el primero de mis cambios empezaba por ella.
Caminando hacia mi casa me di cuenta, que tengo un montón de cosas que hice con mis propios esfuerzos, pero que quiero apostar todopor un poco más, y voy decidido a encontrar aquello que quiero.
Dos días antes…
 
 
Mi nombre es David, tengo 25 años; creeme o no, llevo 9 años en pareja y convivencia. Cuando mis padres se enteraron que la persona con la que estaba pensando compartir mi vida se llamaba Gonzalo, decidieron tratar de matarme, al menos así sonó mi papá cuando me lo decía. Era muy chico cuando quedé literalmenteen la calle.
Tampoco había arriesgado el puesto en mi casa por un Kennedy, así que tuve que trabajar para pagar el espacio en habitaciones para luego crecer y poder alquilarme mi propio departamento; en realidad nuestro departamento. Gonzalo arriesgó su puesto en su casa, para poder presentarme; con un poco más de suerte que la mía. Sus padres me aceptaron. Él se fue a vivir conmigo de todasmaneras.
Trabajé bastante durante varios años, así Gonzalo se convertía en el flamante contador que es hoy. El plan era que cuando terminara él sus estudios, yo comenzara los míos… periodismo.
Cuando terminó entró de pasante con un contador, sin goce de sueldo, así que los míos se retrasaron un poco más.
Tenemos toda una vida por delante juntos, y recién tengo 25 años. Puedo esperar.
En suescritorio, adelantando trabajo:
-Gon, acá te traje el almuerzo.
-¿Te callás un poquito, gordo?
-¿Puedo usar la pc?
-¡Sí!, ¿te podés callar un poquito, gordo?
Calladito me quedé, porque a partir de este momento empecé a ser otra persona… como consecuencia de lo que vi.
Al día siguiente…
Mi trabajo era en un call center, chiquito; no sé si fue que tuve que trabajar de pequeño, pero era elodiado de todos los empleados. Esto, me llevó al puesto de supervisor general. Mal contestado y autoritario, con eso me gané ser amigo del dueño y de la supervisora de una de las áreas y el enemigo del resto. Recién ese año estaba trabajando en un único lugar, lo que no me dejó mucha vida social, excluyendo a los amigos de Gonzalo de la facultad; y fue lo que me llevó a confiar solamente, en los dosque no me detestaban en el trabajo.
En la oficina de 20 cm. x 20cm. con paneles de vidrio que comparto con la supervisora de área:
- Vale, ¿te puedo confiar algo muy personal?
- Sí, obvio.
- ¿Sí? ¿Obvio?
- ¿No confías en mí?
- No, desde que la viejita esa me estafó con el alquiler y te cagaste de risa con todos acá, y menos desde la vez que me salió esa roncha y…
- ¡Bueno! Pero esas vecesno me dijiste que era secreto, como ahora.
- Anoche encontré algo terrible en la computadora que usa Gonzalo.
Pausa
- ¡Hablá…!
- Había una conversación con un hombre, como muy calentona, y se pidieron Webcams, por lo que se dijeron es lógico que se vieron, y se tocaron…
- ¡La paja!
- Sí, bueno. Me da hasta vergüenza lo que me pasó; y tu cara de asco no ayuda…
- Bueno, mi cielo, perdón.Pero no es hacia vos justamente la cara, es que no lo puedo creer.
- Pero si solamente fue eso de la cámara web, ¿es engaño?
- ¡SÍ, NENE! ¿Pero cómo estás seguro de que es sólo lo de la cámara? ¿Y si lo conoce?
- Ay… ni llegué a pensarlo. Estuve toda la noche durmiendo a su lado y no podía creerlo. Trataba de decírselo para hablarlo y no me salía nada; para colmo hace como una semana que no...