El arquitecto perfecto
Pero más allá de los números, los futurosarquitectos, sin excepción, imaginan desde las aulas un desarrollo profesional exitoso; visualizan el establecimiento de su despacho, la creación de grandes obras e incluso comienzan a pensar poco apoco en quiénes serán sus clientes, aunque su anhelo no siempre se concrete, o se vea truncado luego de haber iniciado.
Aquí te presentamos ocho casos de arquitectos mexicanos que pudieron crearsus despacho:
"La experiencia cotidiana más significativa que me enseñó a ser un buen empresario es ser ordenado en asuntos fiscales, bancos y pagos. Y que es importante no comprometerse másde lo que se puede pagar".
"Algo que no enseñan en la escuela, es a ser multitask. Como director de un despacho de diseño y arquitectura tengo que hacer de todo; diseñar, comprender todoslosaspectos administrativos, promover, difundir, presentar, convencer…".
"En la escuela te enseñan a armar y desarmar un fusil. Nunca a pelear en la guerra… Sólo he aprendido en la práctica.La realidad es la única manera de aprender".
"Como arquitectos tenemos un ego gigante y somos emprendedores por naturaleza pero no nos enseñan ni un gramo de administración. Esorepresentó para mí un shock muy fuerte al darme cuenta que no tenía ninguna herramienta sobre el tema. Entender que el despacho tenía que ser un negocio fue la experiencia más significativa"."Nadie te enseña a relacionarte con los clientes. La experiencia más relevante para consolidar el negocio fue tener un grupo de inversionistas a quienes responder, ellos depositaron su confianza en...
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