el arte de enseñar
El aumento de problemas personales y una creciente desilusiÛn en los esfuerzos profesionales por resolverlos,han dado paso al intento de buscar nuevas vÌas de soluciÛn. Ha llegado el momento preciso para que los creyentes que tomen a Dios en serio, desarrollen un mÈtodo bÌblico de aconsejar que afirmela autoridad de la Escritura y la necesidad y suficiencia de Cristo. La amargura, la culpabilidad, la preocupaciÛn, el resentimiento, el mal genio, el egoÌsmo quejumbroso, la envidia y lalascivia est·n consumiendo a nivel psÌquico, espiritual (y, a menudo, a nivel fisiolÛgico) las vidas de los hombres. Al menos en nuestro subconsciente, se ha encastillado la idea de que, para nosotroslos creyentes, la entrega a Cristo y la dependencia del poder y de la guÌa del EspÌritu Santo, nos exigen someternos a lo que el mÈdico prescriba. Pero el caso es que la psicologÌa y la psiquiatrÌaprofanas se han empeÒado en meternos en la cabeza la nociÛn de que los problemas emocionales son efecto de un desequilibrio psÌquico y dentro de esos lÌmites se mueve todo el diagnÛstico, asÌ como la...
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