El arte de postproducción y su rol político
El arte de postproducción y su rol político
Daniel Ferreira
Post-producción
Abstract
Abordaré la relación que existe en algunas de las obras de Rirkrit Tiravanija, obras que caben dentro de la definición de la post-producción, y como éstas son y no son útiles para el rol político del arte. Para esto me basaréprincipalmente en textos de Nicolas Bourriaud (2004), Jacques Rancière (2008) y Hal Foster (2004). Estos 3 autores, plantean diferentes visiones del rol político del arte de la post-producción, puntos de vistas que me parecen correctos en muchos lugares y que se acercan a mis propias preguntas sobre el arte relacional y como se éste dialoga con el espectador en su intento por despertarlos de losrelatos establecidos, de hacerlos entender de que otros son posibles.
Palabras Claves
Espectador emancipado, Jacques Rancière, Hal Foster, chat roms, estética relacional
El arte de postproducción y su rol político
En uno de los capítulos del libro Postproducción de Nicolas Bourriaud, titulado El uso de las formas, plantea 2 subtemas que son 1.- Los años 80' y el nacimiento de la culturaDJ y 2.- La forma como escenario: un modo de utilización del mundo, me llamó particularmente la atención el segundo subtema por un interés personal sobre la creación de arte basado en las cosas que ya existen en el mundo, algo que se distancia del término que emplea Hal Foster cuando habla sobre el ultimate readymade1 donde la información sería lo que ya está hecho y debe ser tomado para crearnuevas formas, donde la originalidad y la autoría son cuestionados constantemente. Lo que me llama la atención y que lo dice muy bien Bourriaud “es un nuevo recorte de los relatos históricos e ideológicos insertando los elementos que los componen dentro de escenarios alternativos”2 y que calzan con la idea más básica de la postproducción en el arte. Me interesa hacer consiente a los espectadores deque el mundo está lleno de relatos que hacen que sus vidas se vuelvan más complejas, más interesantes, más atractivas o menos complejas y menos interesantes. Que los relatos están creados para que se sientan pertenecientes a un grupo social, a un estado, a su casa, etc. Pero que no son más que articulaciones desde los espacios de poder para poder generar visiones de mundo en común y hacernosparticipes de una comunidad que puede ser manipulada. El arte se debe encargar de crear escenarios alternativos que propongan otros relatos posibles como lo hace en varias de sus obras Rirkrit Tiravanija. En la obra Untitle (one revolution per minute), instala una serie de elementos para hacer del espacio dentro del museo un espacio cotidiano, donde los espectadores se pueden servir un panqueque, puedenapreciar esculturas de los 80, cuadros, catálogos, cortinajes y un laberinto hecho de bancos. Según Bourriaud, un visitante de la obra “se ve confrontado así con el proceso de constitución de su propia vida a través de otro paralelo (y similar) al de la constitución del sentido de la obra.”3 El problema radica en que el visitante debe ser capaz de hacer esa asociación para que recién en esemomento la obra tenga un sentido para su vida y la forma de narrar su historia. El común de los espectadores no alcanzará a llegar a esa reflexión, yo no lo hacía hasta antes de leer a Bourriaud. Acá es donde hace su aparición Jacques Rancière con su libro “El espectador emancipado” que tiene un capítulo llamado Las paradojas del arte político. En este capítulo dice “Sin embargo, éstas prácticasdivergentes tiene un punto en común: dan generalmente por sentado un cierto modelo de eficacia: se supone que el arte es político porque muestra los estigmas de la dominación, o bien porque pone en ridículo los iconos reinantes, o incluso porque sale de los lugares que le son propios para transformarse en práctica social”4. Con esto deja en claro que no es suficiente la descontextualización de los...
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