El camaleon que finalmente no sabia de que color ponerse
La fábula de Monterroso El Camaleón que finalmenteno sabía de qué color ponerse, como buena obra de arte, sigue vigente pues trata sobre ese animal desde el día que le dio por la política y entró en un desconcierto tal que, una vez que le conocíansus mañas y artimañas los demás animales de la Selva —como la hienas que no sabemos por qué se ríen de todo, como si ya hubieran ganado las elecciones, si sólo comen caca—, decidieron portar lentes detodos los colores para contrarrestar los cambios y no caer en la trampa. Los otros verdes-rojos-y-colorados y los azul-celeste, bien saben aquello de que “árbol que nace torcido, nunca su ramaendereza.”
Por eso, los animales de la Selva se prepararon para combatir su ambigüedad e hipocresía, de manera que cuando él estaba morado y, por cualquier circunstancia del momento, necesitaba volverse,digamos azul, sacaban rápidamente un cristal rojo a través del cual lo veían, y para ellos continuaba siendo el mismo Camaleón morado, aunque se condujera como Camaleón azul.
Los analistas de laSelva andan con una buena cantidad de lentes con los que pueden registrar los extraños cambios que observan en estos días. Y son ellos los que nos reportan esos cambios recientes de uno de loscamaleones que lo han declarado candidato para competir el año que entra. Amenazado o por estrategia, se ha cambiado mejor al color de rosa y propone ahora que haya una “Selva amorosa” para sorpresa de losque lo habían visto con colores tan diferentes, como el que un día portó en el pecho una banda tricolor que se colocó por su cuenta y riesgo, y así iba envuelto por toda la Selva asegurando que era el...
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