EL Camello
Páginas: 3 (565 palabras)
Publicado: 9 de mayo de 2014
EL TRABAJO DE CONSEGUIR EMPLEO
Por ELBACÉ RESTREPO | Publicado el 23 de marzo de 2014
Hace poco me llamó una amiga para hablar con ella misma. Así lo evidenció su monólogo de varios minutos. Ladejé desahogarse, a manera de psicoanalista sin diván, solo para constatar que no estaba depresiva, sino que la depresión se había instalado a vivir en ella. El contagio resultó inevitable y al finalquedamos aplastadas las dos.
Desmenuzo:
Ella, profesional muy competente, especializada, amable, alegre, inteligente, honesta, creativa y con muchas otras gracias que la adornan, acudió a laconvocatoria de una empresa como aspirante a un cargo soñado. Llenó requisitos, adjuntó papeles y papelitos a su hoja de vida, fue a entrevistas, presentó pruebas de varias clases y en la última, pararesumir el cuento, llegó tarde un fulano que los otros candidatos jamás habían visto, sorprendido de que estuvieran resolviendo ese taller. ¡A él se lo habían enviado por internet…
Y adivinen quépasó…
¡Eeees corrrrrecto… El puesto ya había sido asignado al recién llegado. Casi que llegó a firmar el contrato mientras los otros, pobres ilusos, todavía daban lo mejor de sí para ser elegidos. Yno nos ocupamos de discutir si lo merecía, si llenaba los requisitos, si estaba capacitado para ocupar la vacante ni nada de eso; hasta hicimos votos por su éxito, pero la pantomima ofende.
Tanto enla empresa pública como en la privada se manosean conceptos de buenas prácticas empresariales, pero conseguir un empleo de calidad es casi siempre una odisea en la que intervienen varios factores: Laedad (si el aspirante es muy joven no sirve porque no tiene experiencia; pero si es un joven de 40 lo descartan por viejo). La discriminación, las roscas, el silencio de las empresas, que dejan alaspirante comiéndose las uñas de ansiedad sin saber si recibieron su hoja de vida, y la falta de cortesía de algunas después de los procesos para decir algo tan sencillo como "gracias, pero no". ...
Por ELBACÉ RESTREPO | Publicado el 23 de marzo de 2014
Hace poco me llamó una amiga para hablar con ella misma. Así lo evidenció su monólogo de varios minutos. Ladejé desahogarse, a manera de psicoanalista sin diván, solo para constatar que no estaba depresiva, sino que la depresión se había instalado a vivir en ella. El contagio resultó inevitable y al finalquedamos aplastadas las dos.
Desmenuzo:
Ella, profesional muy competente, especializada, amable, alegre, inteligente, honesta, creativa y con muchas otras gracias que la adornan, acudió a laconvocatoria de una empresa como aspirante a un cargo soñado. Llenó requisitos, adjuntó papeles y papelitos a su hoja de vida, fue a entrevistas, presentó pruebas de varias clases y en la última, pararesumir el cuento, llegó tarde un fulano que los otros candidatos jamás habían visto, sorprendido de que estuvieran resolviendo ese taller. ¡A él se lo habían enviado por internet…
Y adivinen quépasó…
¡Eeees corrrrrecto… El puesto ya había sido asignado al recién llegado. Casi que llegó a firmar el contrato mientras los otros, pobres ilusos, todavía daban lo mejor de sí para ser elegidos. Yno nos ocupamos de discutir si lo merecía, si llenaba los requisitos, si estaba capacitado para ocupar la vacante ni nada de eso; hasta hicimos votos por su éxito, pero la pantomima ofende.
Tanto enla empresa pública como en la privada se manosean conceptos de buenas prácticas empresariales, pero conseguir un empleo de calidad es casi siempre una odisea en la que intervienen varios factores: Laedad (si el aspirante es muy joven no sirve porque no tiene experiencia; pero si es un joven de 40 lo descartan por viejo). La discriminación, las roscas, el silencio de las empresas, que dejan alaspirante comiéndose las uñas de ansiedad sin saber si recibieron su hoja de vida, y la falta de cortesía de algunas después de los procesos para decir algo tan sencillo como "gracias, pero no". ...
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