EL CLIS DE SOL

El clis del sol
Por Jorge Iván Gómez
El señor Cornelio vino a verme y trajo consigo un par de niñas de dos años y medio de edad, nacidas de una sola “camada”, como él llamadas María de los Doloresy María del Pilar, las dos rubias como una espiga, blancas y rosas como durazno maduro y lindo como si fueran “imágenes”, según la expresión del señor Cornelio. Resaltaba notablemente la bellezainfantil de las gemelas con la sincera falta de los rasgos faciales del Señor Cornelio, feo si los hay, moreno oscuro y desgastado hasta lo sucio de las uñas y lo rajado de los talones. Naturalmente, seme ocurrió preguntarle en el acto preguntarle por el progenitor feliz de aquel par de hermosuras. El viejo se llenó de orgullo, retorció la cabeza de pejibaye trazado, se limpió la saliva con elreverso de la peluda mano y contestó:
¡Pues yo soy el papa, es más feo el decirlo! ¡No se parecen a mí, pero es que la mama es no es muy peor, y para el gran poder de mi Dios no hay nada imposible!
Perodígame, señor Cornelio, ¿su mujer es rubia, o alguno de los abuelos era así como las pequeñas?
No, señor; en toda la familia no ha habido ninguna güera ni canelo; todos hemos; sido morenos.
Yentonces, ¿Cómo se explica usted que las niñas hayan nacido con ese pelo y esos colores?
El viejo soltó una ruidosa risa, se enjarró y me lanzó una mirada de soberano despreciado.
¿De qué se ríe, señorCornelio?
¿Pues no había de reírme, don Magón, cuando veo que un pobre ignorante como yo, un campiruso peón, sabe más que un hombre como usted, que todos dicen que es tan sabio, tan leído y que hastahace leyes ¿cómo el presidente a los ministros?
A ver, explíqueme eso.
Ahora verá lo que fue.
El señor Cornelio saco de las bolsas un buen pedazo de dulce de caña, le dio un trozo a cada chiquilla,arrimó una silla en el que se dejó caer satisfecho de su próximo triunfo, se sonó muy fuerte la nariz, tapando cada una de la ventanas con el índice respectivo y soplando con violencia por la otra,...