el club de los poetas muertos
Seguramente es por culpa de Napoleón, el enemigo francés que quería destruir la
Nación española, pero siento más interés por lo castrense británico, y ello apesar
del pirata Drake y lo de Gibraltar, que aún nos lo deben.
Encuentro algo especial en los símbolos y en los rituales castrenses británicos.
Será, en primer lugar, la solemnidad y convicción conque lo interpretan todo; será
que sus uniformes y su heráldica me resultan más atractivos. Además, los
británicos me caen bien porque, en el cine, son capaces de convertir grandes
desastres enhermosos espectáculos visuales, como las películas "La última carga"
(1968) o "Amanecer zulú" (1979), tras las que el espectador recibe un mensaje
positivo de los británicos.
Al contrario de lamentalidad típica española, que consiste en refocilarse siempre en
nuestras sombras del pasado y nunca en nuestros gozos, los británicos siempre,
siempre, siempre, se muestran de modo positivo, muy pagadosde sí mismos, como
lo expresa la siguiente frase: "Niebla en el Canal de la Mancha. El continente ha
quedado aislado".
Pero sus hijos históricos, los estadounidenses, no han heredado esa misma pompay circunstancia característicamente británica y han desarrollado su propio estilo,
bastante diferente, que nos resulta conocido, tanto por haberlo visto en infinitas
películas y series detelevisión, como porque ha sido copiado entre nosotros. Es el
conocido afán de algunos de creerse igual a otro mejor, simplemente por copiarle
algo accesorio, como un casco blanco o un pañuelo al cuello.'Comanche' era un caballo de
guerra, alazán, perteneciente
al 7º de Caballería (más bien
de dragones que de caballería)
mandado por el coronel Custer.
Tras la matanza inútil de lafracción que él mandaba en el
Little Big Horn, el 25 de junio
de 1876, este caballo fue el
único superviviente. Lo
encontraron días después,
malherido por siete flechas, lo
curaron...
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