El Diario de Luisiana Catalá

El Diario de Luisiana Catalá

26 de Noviembre de 1816, alumbraba el sol en lo alto pero no había calor como de costumbre, era esta una mañana fría, desde mi alcoba podía escuchar a los campesinos trabajando en el fundo, fácilmente podía percibir el aroma del café recién molido y a Timotea cantando en la cocina. Aún recuerdo aquel canto peculiar, inolvidable en las mañanas de arepa asá’.

Yaéyaé que el maíz muy durito está
Yaé, yaé que ahorita vamoá comé
Yaé yaé que temprano por la mañana se acompaña con café.

Yaé, yaé que los pájaro’e la montaña
Yaé yaé con su pico van a vení
Yaé yaé me divertirán la mañana con tonadas de trililí.

Yaé Yaé que no encuentro el amor de aquí
Yaé yaé no lo voy a ver nunca máj
Yaé yaé porque el negro mío’sta lejo y nunca vá regresá.

La pazy la armonía que se vivía en nuestra ciudad era inigualable, en mejor lugar no podíamos estar, éramos la provincia mejor sustentada por su ganadería y claro, la actividad portuaria, y no es posible pasar por alto las misiones del Caroní, el sustento de todos los pobladores, mi padre Agustín Catalá hombre realista y luchador por sus ideales, nos formó a mí y a mi familia con fuertes conviccionesde vencer o morir, por supuesto, no le podíamos fallar al gobierno español y por ende, a nuestro rey.

Mi niña, su desayuno está servido; dijo Matea.

Timotea había estado conmigo desde que tenía uso razón, ella sabía cada detalle de mi vida, a pesar de ser una esclava, la podía amar tanto o más que a mi propia madre, la cual nunca permanecía conmigo, su ausencia era tan común como el orgullopatriótico de los cuales se endiosaban los republicanos. Yo para ella también era como una hija, no le importaba hacer cualquier sacrificio que tuviese que hacer por mí, no era necesario que le pidiera nada, parecía que podía vigilar mis pensamientos y antes de que llegaran a mí, pasaban por ella, Timotea más que una simple esclava, era mi amiga y confidente.

Los días pasaban lentamente y solose escuchaban las nefastas noticias de esos republicanos y el osado deseo de conquistarnos, entonces yo me pregunto si no han notado que no necesitamos de ellos, nuestras tierras son fértiles, nuestros ríos parecen haber tomado el camino de la eternidad y Dios nos ha bendecido, como quien dice, “nuestro destino está unido al rey y a la cruz”, por ello nuestras tierras son aptas para la cría deganado, los productos llegan fácilmente a nuestras manos y se nos hace sencilla la exportación también, ¿qué más necesitamos?, nada, Angostura es perfecta tal cual es y como está. Nosotros vivíamos cerca de la plaza principal, la iglesia y el palacio de gobierno, éramos una de las familias principales y reconocidas en la provincia, infundíamos respeto y admiración, lográbamos que todos los habitantesse afincaran más a sus principios y odiaran a los rebeldes, insurrectos republicanos, incluso dos victorias habíamos ganado sobre ellos, con sus pobres intentos de quitarnos lo que es nuestro.

Para finales de 1816 las misiones del Caroní habían alcanzado un desarrollo agropecuario y económico sorprendente, por lo que mi padre, los Ortiz y yo fuimos a verificar tal desarrollo y traer el mejorcuero para nuestros sillones y baúles. Esa misma mañana cuando los indios embarcaban todos nuestros cueros de ganados, los alimentos y la leña, aún necesitábamos de hombres de fuerza para este trabajo.

Para ese entonces, entrado el año nuevo, Piar mandaba a tres de sus hombres, jóvenes y astutos, a infiltrarse en Angostura y así desde adentro, pudiesen estudiar la zona, el general podría estarinformado a cabalidad para la planificación de su eficaz entrada, de manera que se le hiciera menos dificultoso para él y sus tropas, y de tal forma, derribar cual sea enemigo que le mostrara oposición alguna. Los tres hombres enviados fueron: José Antonio, Henrique e Isidro. Estos llegaron a la casa de los Catalá muy bien recomendados.

Estos hombres, decían ser pardos, entraron como...