El Director Que Baila

El director que baila
Historia de un concierto surrealista
Por Ma. Del Carmen Meléndez Guzmán

Nunca imaginé que el concierto de una filarmónica podría ser tan divertido. Sin embargo, el viernespasado tuve la oportunidad de ser parte de esta surrealista historia. El lugar, la Plaza de Armas de Cuernavaca, una tarima al aire libre. La orquesta debía tocar a petición de un importante político,aunque la razón no tenía nada que ver con lo musical. En la orquesta tenemos el privilegio de ser dirigidos por Daryl Antón, un excelente flautista cubano, quien además de sus aportes musicales, tuvola osadía de ponerse a bailar rumba mientras dirigía la orquesta en un concierto anterior. Dicho evento le trajo fama como “el director que baila”, por lo que solicitaron explícitamente que la orquestatocase en esta ocasión y que el director bailara. No es una broma, ni es ninguna invención de mi parte, ni en mis más ambiciosas fantasías podría inventar una historia de esta naturaleza. Todo lo querelato aquí son hechos que sucedieron y presencié en primera fila.
La Filarmónica de Cuernavaca pertenece a una Universidad, está conformada en su mayoría por estudiantes de la misma institución yalgunos de los maestros debemos unirnos a ella en ocasiones para apoyar. Otra de las aportaciones de nuestro querido director, para hacer esto todavía más interesante; consiste en abrir el conciertocon su excelente trío de jazz. Escalas van y escalas vienen, derrocha virtuosismo en su flauta, mientras todos esperamos a que el “verdadero” concierto comience. Después un pintoresco grupo de gordoscantantes, disque de ópera, aunque hasta la fecha no me queda claro qué es lo que cantan; pero la parafernalia pareciera como de los cantantes de ópera. En fin, un contraste tras otro van haciendo deeste concierto algo verdaderamente único, la gente escucha muy interesada, se va aglomerando un público cada vez más nutrido. Gente de todas las edades y estratos sociales.
Finalmente ha llegado el...