El Encanto De Chavez

EL ENCANTO DE CHAVEZ

Lo ocurrido el día 7 de marzo del 2008 con ocasión de la celebración de la cumbre del Grupo de Río, realizada en Santo Domingo, República Dominicana, bien podría llamarse “el evento del siglo”; o también “la pelea del siglo”, por las situaciones tan especiales que allí se dirimieron, así como por el peso de sus participantes: el peso pesado Hugo Chávez, el peso galloÁlvaro Uribe, y los semipesados Rafael Correa, Daniel Ortega y Evo Morales.
Fue un combate duro, agotador y largo. Aproximadamente durante unas ocho horas midieron sus fuerzas los cinco púgiles, representantes de cinco países que habían venido retándose desde todos los palcos y plazas públicas desde hacía ya un tiempo; países que, inevitablemente, han acaparado la atención del mundo. Por eso loimportante del evento.
Al medio día de ese viernes 7 de marzo, la gente toda tenía la vista puesta sobre la pantalla de su televisor. Creo que no hay un latinoamericano que no haya visto la intervención de los mandatarios realizada ese día.
Tampoco pude evitar la tentación de observar el evento, primero porque me interesaba, como colombiano, saber qué solución se le iba a dar en las tensasrelaciones de mi país con los otros con que se había enemistado; pero, sobre todo, por un cierto impulso morboso que me movía a saber quién era el mejor, quién tenía más fuerza y poder en ese pulso que se estaba midiendo desde hacía ya varios meses. En especial por los retos verbales lanzados por el presidente del Ecuador y el respaldo dado a él por el de Venezuela.

Luego de un determinadotiempo de estar observando el debate, empecé a contagiarme del ambiente que reinaba en el recinto donde se congregaban los mandatarios, sintiendo, de pronto, todo el cansancio, fatiga y estrés que veía en las caras de sus participantes. Necesitaba aire, un respiro.

Tan pronto como se anunció la intervención del presidente Chávez, y al momento en que hizo uso de la palabra, momento que, entreotras, esperaba ansioso, sentí un gran alivio. ¡Qué cambio! Luego de observar tanto rostro adusto, huraño, de ver tanta fatiga y tanta incomodidad entre los concurrentes (Daniel Ortega, Rafael Correa, por ejemplo), escuchar una voz fresca, segura, pausada, un rostro sonriente, me devolvió la calma, volví a sentirme otra vez bien.
Y presté atención, ya más relajado, al discurso del señorChávez. No pude evitar, en varias ocasiones, reírme de sus apuntes y de la manera como él los decía. Muy divertido.
Observaba todo detalle, cada gesto y prestaba atención a todo lo que expresaba. Ya lo he hecho en otras ocasiones, pues me gusta ver su programa dominical de “Aló, Presidente”.
Pude notar, como en ocasiones anteriores, cómo utiliza a Daniel, como él lo llama, y a Evo parareforzar sus apuntes, especialmente los jocosos. Y, como siempre, vi a Daniel y a Evo darse por aludidos con un gesto de sus cabezas y con una tímida sonrisa.
De pronto, contagiado por la jocosidad y el ambiente circense, en donde el personaje central hace reír a la concurrencia que le rodea, se me ocurrió un apunte u observación igual de jocosa. Creí recordar en Chávez a otro personaje,también venezolano: al ventrílocuo Carlos Donoso. La misma facilidad para hacer reír al público que lo observa. La única diferencia, pensé por un momento, estaba en que Donoso utiliza, para apoyarse y ser más gracioso, a dos títeres: Kini y Lalo (un mono y un homosexual).
Pero mi mente, burlesca, contagiada e inspirada por el momento, siguió divirtiéndome y, en un momento dado, mepareció escucharla, muy adentro, diciéndome que también Chávez utiliza esos dos personajes, aunque con otros nombres. Y por un instante, vi a Daniel Ortega, a quien comparé con Kini (incluso por su hablado, un tono de voz del típico caribeño) y a Rafael Correa, a quien comparé con Lalo (por su refinamiento, sus gestos cuidadosos y su delicada voz).
Luego de la graciosa comparación,...